Plataformas de reparto exigen diálogo para regular el sector
Los repartidores de aplicaciones móviles exigen a las autoridades laborales que abran un diálogo para definir las reglas que regirán su trabajo. El grupo Repartidores Unidos de México (RUM) y representantes de diversos colectivos entregaron un documento en el que expresan su preocupación por la falta de claridad en la propuesta de reforma para trabajadores de plataformas digitales.
Las plataformas, organizadas en la asociación Alianza In México, se sumaron al llamado de los repartidores. En un desplegado, urgieron a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) a establecer una mesa de diálogo plural para encontrar una solución que concilie la independencia y flexibilidad del modelo con el acceso a la seguridad social.
"Con el fin de construir sobre estas demandas, reiteramos la necesidad de abrir un amplio diálogo social que garantice que todas las voces sean representadas y escuchadas. Estamos convencidos que podremos desarrollar estrategias que faciliten el acceso a la seguridad social, sin poner en riesgo la flexibilidad e independencia de horarios que 95 por ciento de los trabajadores valoran, de acuerdo con el estudio de Buendía & Márquez presentado recientemente", dijo la Alianza.
"Decálogo de repas", la propuesta de los repartidores
Los repartidores también presentaron el "Decálogo de repas", una propuesta que trabajaron diversas comunidades de repartidores y que refleja sus verdaderas demandas y preocupaciones.
El decálogo incluye medidas como:
- Reconocimiento del trabajo de reparto como una actividad laboral
- Acceso a la seguridad social
- Condiciones de trabajo dignas
- Respeto a la independencia y flexibilidad del modelo
- Diálogo y negociación colectiva
Los repartidores esperan que el gobierno, las plataformas y los representantes de los trabajadores logren conciliar sus intereses y establecer un marco regulatorio que beneficie a todas las partes involucradas.
La regulación del trabajo en plataformas digitales es un tema complejo que requiere el consenso de todos los actores involucrados. El diálogo y la negociación son esenciales para encontrar una solución que garantice los derechos de los repartidores y, al mismo tiempo, preserve la flexibilidad e independencia del modelo.