Duro Felguera: Una nueva era, un antiguo ruido

Duro Felguera, empresa dedicada a la ingeniería de proyectos energéticos, industriales y de gas, enfrenta una etapa de cambios tras su rescate por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en 2020.

El nombramiento de Eduardo Espinosa como presidente y la salida del exconsejero delegado Jaime Argüelles marcan un nuevo rumbo para la compañía. El objetivo es dejar atrás las turbulencias y los conflictos legales que han aquejado a Duro Felguera en los últimos años.

Reestructuración y nuevos accionistas

La entrada del grupo constructor mexicano Prodi Mota Engil como accionista mayoritario ha traído consigo una reestructuración directiva y la búsqueda de nuevos contratos. El presidente Espinosa, con experiencia en el mercado energético mexicano, apuesta por un plan de negocio ambicioso que contempla alcanzar los 1.000 millones de euros en ventas en cuatro años.

Una historia marcada por litigios

Sin embargo, Duro Felguera aún carga con el peso de litigios y arbitrajes pendientes con clientes en países como Dubái, Costa Rica o Chile. Además, enfrenta acusaciones de corrupción en Venezuela y el impago de deudas millonarias, incluyendo el proyecto de una central termoeléctrica en Djelfa (Argelia).

Hacia un futuro más ecológico

A pesar de los desafíos, la empresa confía en su capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías energéticas. La conversión de la central térmica de Aboño a gas e hidrógeno, así como los proyectos de plantas de procesamiento de plata en Marruecos y de hidrógeno, apuntan a un futuro más ecológico.

La Bolsa ha respondido positivamente a los últimos movimientos de Duro Felguera, lo que indica una renovada confianza en su potencial. Sin embargo, para consolidar su recuperación, la compañía deberá abordar sus problemas heredados y demostrar su capacidad para competir en un mercado cada vez más complejo.