Eduardo Zaplana, condenado a 10 años de cárcel por el cobro de mordidas en la concesión de las ITV valencianas
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo a penas que suman 10 años y 5 meses de prisión.
El tribunal considera a Zaplana autor de los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales. Además, le impone multas por más de 25 millones de euros.
El único delito del que ha sido absuelto es el de grupo criminal. Zaplana fue juzgado por el caso Erial, la trama de adjudicación de las estaciones de servicio de las ITV cuando era presidente de la Generalitat.
Junto a Zaplana, también han sido condenados los empresarios Juan y Vicente Cotino, el exjefe de gabinete de Zaplana, Juan Francisco García, y su amigo Joaquín Barceló, que actuó como testaferro.
Todos ellos reconocieron haber participado en la negociación del contrato de las ITV y el cobro de las mordidas.
Entre los absueltos figura el también expresidente de la Generalitat José Luis Olivas, acusado de cobrar sobornos por la concesión de otro contrato, el de parques eólicos de la Generalitat.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, el jefe de gabinete de Zaplana realizó “lo necesario para que se produjeran las adjudicaciones concertadas” en el proceso de selección de las empresas licitadoras.
Lo hizo “conforme a los pactos suscritos” entre Zaplana y el entonces director general de la Policía, Juan Cotino, tío de los empresarios condenados. El fallo relata cómo el jefe de gabinete de Zaplana revisó el proyecto y las condiciones del pliego con un trabajador del grupo empresarial de los Cotino.
El objetivo era “proporcionarle una posición de ventaja en el concurso”. También ajustó algunos aspectos para beneficiar al grupo, como los criterios objetivos del tope de la mejora de las ofertas económicas.