El coche de 007 se atasca por culpa del modelo diseñado por Fernando Alonso

Aston Martin recurre a una ampliación de capital tras reconocer resultados peores de los previstos por retrasos en la entrega de su supermodelo Valiant.

Aston Martin, el fabricante de automóviles de lujo británico, está pasando por un mal momento financiero.

La compañía ha anunciado que recaudará más de 130 millones de euros a través de una ampliación de capital, junto con otros 120 millones mediante la adquisición de más deuda. Este movimiento tiene como objetivo "aumentar su resistencia financiera" en un momento en que la escasez en la cadena de suministro y la disminución de la demanda en el mercado chino han provocado resultados decepcionantes y un desplome en la bolsa.

Los retrasos en la entrega del supermodelo Valiant son una de las principales causas de los problemas financieros de Aston Martin.

Este modelo, diseñado en colaboración con el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso, está valorado en aproximadamente 2,4 millones de euros. La mayoría de los 38 vehículos encargados deberían haber llegado a sus nuevos dueños a finales de este año, pero ahora se entregarán a principios de 2025.

El Valiant es un fascinante automóvil de competición que pretende superar al consolidado Aston Martin Valour. Alonso presentó el coche el pasado 12 de julio en el Goodwood Festival of Speed con una fascinante demostración de potencia.

Los retrasos en la cadena de suministro han reducido la producción total de Aston Martin en mil vehículos este año.

Esto es especialmente significativo para una empresa con un mercado selecto que produce una media de solo 5.000 automóviles al año. Sin embargo, en 2023, Aston Martin vendió 6.620 vehículos, una quinta parte de los cuales se vendieron en la región de Asia-Pacífico.

Aston Martin ya cuenta con un grupo de inversores estratégicos comprometidos a adquirir casi 90 de los 130 millones de euros en nuevas acciones.

Parte de esta inversión está respaldada por Yew Tree Consortium, el fondo propiedad del multimillonario Lawrence Stroll, que se convirtió en presidente de Aston Martin en abril de 2020. El fondo ya posee un 26,3% de la compañía.

La nueva financiación se utilizará para apoyar el crecimiento futuro y las inversiones necesarias para continuar creando productos innovadores.

Parte del dinero recaudado se destinará a inversiones de capital relacionadas con la estrategia de vehículos eléctricos de la compañía, a la que se asignarán casi 2.500 millones de euros en cinco años.

Aston Martin estuvo involucrada en un escándalo de desinformación hace cuatro años.

La prensa británica lo bautizó como "Astongate" porque las informaciones sugerían que la empresa de comunicación y relaciones públicas que había difundido un supuesto estudio crítico con los coches eléctricos entre algunos medios pertenecía a Rebecca Stephens, esposa del entonces director de asuntos públicos de Aston Martin, James Stephens.

El informe sugería, con datos erróneos, que un vehículo eléctrico necesitaba recorrer al menos 80.000 kilómetros para empezar a ser menos contaminante que uno de combustión interna, debido a la enorme huella de carbono que, según el texto, conlleva su fabricación y producción.

La historia de Aston Martin está plagada de altibajos.

La empresa ha entrado en quiebra en siete ocasiones, pero también ha tenido momentos gloriosos de resurrección. Su vínculo con el agente 007 ha creado una legión de seguidores en todo el mundo, que en ocasiones han recaudado fondos para reflotar la línea de producción y mantener a flote a la marca.