El auge de las proptech en Miami
La anterior crisis financiera tuvo su origen en Florida, antes de la pandemia de la COVID-19. Fue entonces cuando las hipotecas empezaron a denominarse "basura". Casi cualquier persona, con un historial crediticio mediocre, podía aspirar no solo a una hipoteca, sino también a una segunda sobre la primera.
Una locura que se refleja muy bien en la película "La gran apuesta". Los primeros indicios de que algo no iba bien se detectaron incluso entre las bailarinas de cabaret de Florida.
Desde hace más de 40 años, en los tiempos de los "cocaine cowboys", tener un apartamento en Miami se ha convertido en uno de los antídotos contra la hiperinflación en Latinoamérica.
Funciona por oleadas. Unas veces crecen los compradores argentinos, otras los colombianos, más recientemente los venezolanos... Es un refugio para la inversión en tiempos turbulentos y de divisas menguantes.
Ahora se alquilan con más frecuencia, aunque sea para pagar los impuestos, el seguro y los gastos de comunidad. Y, si es posible, también la hipoteca. Y aquí es donde cobran especial interés una nueva generación de startups.
Como es el caso de Waltz, de Yuval Golan, que dejó su Israel natal hace 18 años para vivir por todo el mundo. Después de barajar la compra en Grecia, Brasil, Israel y Tailandia, optó por Estados Unidos. Por el camino, descubrió que en cada lugar las normas para adquirir propiedades eran muy diferentes, sobre todo cuando se es un inversor extranjero.
Allanar el camino y simplificar es precisamente la misión de su startup, que acaba de trasladarse a Miami. Desde su nacimiento, ya ha conseguido más de 24 millones de dólares y ha gestionado adquisiciones por valor de más de 100 millones.
"Mudarse a Miami era lo lógico. Para muchos es un sueño, comprar una propiedad también", subraya.
Otro de los frenos más comunes es dar con el dueño de un inmueble. Eso lo soluciona con Keepingly, creada por Daniel Smith, un emprendedor local que ayuda con la gestión, desde las reparaciones hasta el historial de daños sufridos por un edificio o local (algo importante en un lugar donde los huracanes son comunes), así como las diferentes inversiones realizadas para conocer mejor su estado y valor aproximado.
Después de 20 años en el sector, Smith ha dado el paso para crear su propia empresa. Su sueño: convertirse en el punto central de gestión de documentación de propiedades.
Por último, Dono, cuyo nombre da una pista sobre su finalidad, quiere ayudar a dar con el dueño. Otro punto que puede ser oscuro en muchos casos, sobre todo cuando se usan empresas como pantalla. Son de nuevo cuño, de momento acaban de conseguir 3,7 millones de dólares para probar su modelo implementando inteligencia artificial para analizar los datos y verificarlos.