El Banco de España eleva su previsión de crecimiento para este año al 2,8%
El Banco de España ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española este año, pasando del 2,3% al 2,8%. Esta mejora se debe principalmente a un comportamiento más favorable de lo esperado del sector exterior, con un fuerte tirón del turismo y una contención de las importaciones.
Consumo e inversión, por debajo de lo previsto
Sin embargo, el consumo privado y la inversión han mostrado un crecimiento más modesto, lo que podría limitar la capacidad de la economía para mantener su elevado dinamismo en el futuro. El consumo de los hogares ha avanzado menos de lo esperado, debido a la moderación del gasto en bienes duraderos y automóviles. La inversión empresarial también se mantiene por debajo de los niveles prepandemia.
Desempleo y salarios
El mercado laboral continúa mostrando una tendencia positiva, con una creación de empleo sostenida. No obstante, el paro de larga duración se mantiene estancado en torno a los 1,1 millones de personas, lo que sugiere que una parte importante del desempleo es de carácter estructural.
En cuanto a los salarios, se observa una moderación en su crecimiento, lo que está contribuyendo a contener las presiones inflacionistas. La remuneración por asalariado está aumentando actualmente al 4,8%, por debajo del 6% registrado anteriormente.
Inflación
Los precios continúan su senda de moderación, con una previsión de inflación del 2,9% para 2024 y del 2,1% para 2025. La caída de los precios de los alimentos y la energía ha compensado el aumento de la inflación en los servicios.
Necesidad de ajustes fiscales
El Banco de España destaca la importancia de acometer ajustes fiscales para reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas. Se estima que el esfuerzo necesario será del 0,5% del PIB anual. El organismo señala que estos ajustes podrían restar algo de dinamismo a la actividad a corto plazo, pero son necesarios para garantizar la estabilidad económica a medio y largo plazo.
En general, las perspectivas económicas para España son positivas, aunque existen algunos retos que abordar, como el elevado paro estructural, la contención del consumo y la necesidad de ajustes fiscales. El Banco de España confía en que la economía española pueda mantener un crecimiento sostenido en los próximos años, siempre que se implementen las medidas necesarias para abordar estos desafíos.