El centro comercial Màgic de Badalona está al borde de la quiebra
El centro comercial Màgic de Badalona, tristemente célebre por las agresiones sexuales y un intento fallido de ataque terrorista, se encuentra en una situación financiera precaria. Su empresa matriz, Vila de Badalona, propiedad de la familia Sanahuja, se ha declarado en concurso de acreedores.
Según consta en el registro mercantil, el 18 de junio se inició un procedimiento que actualmente está a cargo del juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona. En las últimas cuentas presentadas al registro, las de 2022, la empresa registró unos ingresos netos de algo más de 740.000 euros, pero arrastra una deuda a largo plazo de más de 45 millones de euros y una deuda a corto plazo de 3,4 millones de euros.
¿Qué ha llevado a esta situación?
El centro comercial Màgic abrió sus puertas en 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis financiera. Esta coyuntura, sumada a los créditos contraídos para su construcción, ha pesado sobre las finanzas de la empresa.
¿Qué pasará ahora?
El concurso de acreedores es un procedimiento que se inicia cuando el propietario no puede hacer frente a sus pagos y se declara insolvente. Suele concluir con la liquidación del patrimonio del deudor y el reparto de sus activos entre los acreedores, quienes pueden venderlos a terceros.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Badalona ha declarado que esta situación no afecta a la apertura ni al funcionamiento del centro comercial, que alberga un área comercial, un cine, un gimnasio, pistas de baloncesto y aparcamientos.
¿Quién es el responsable?
Vila de Badalona, empresa propietaria del Màgic, es propiedad de la familia Sanahuja. Los hermanos Román, Juan Manuel y Javier Sanahuja Escofet son los tres administradores mancomunados de la empresa. Su padre, Román Sanahuja Pons, protagonizó en 2010 la importante suspensión de pagos de la promotora inmobiliaria Sacresa.
El administrador concursal de Vila de Badalona es Víctor Marroquín, socio director del bufete de abogados Marroquín Abogados.