La Economía Circular: Una Nueva Realidad en Crecimiento

La economía circular ha dejado de ser un concepto utópico para convertirse en una realidad tangible, pero también es una nueva forma de entender el crecimiento económico, adaptándose a las demandas del presente y el futuro. Cada vez son más las empresas que integran los principios de la circularidad en sus operaciones, y diariamente surgen proyectos innovadores que sitúan estas prácticas en el centro de sus iniciativas. No en vano, la Unión Europea prevé la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo en este sector para 2030.

Este sector en auge y esencial, sin embargo, a menudo requiere apoyo financiero para arrancar, una tarea que el Banco Santander ha estado impulsando durante algún tiempo. Entre las empresas que han encontrado en la entidad española el respaldo económico necesario para sus iniciativas circulares se encuentran proyectos de todo tipo: desde compañías que adaptan sus procesos para reutilizar sus residuos hasta otras que descubren nuevas formas de aprovechar su actividad para hallar innovadoras vías de aprovechamiento.

Proyectos Circulares Financiados por el Banco Santander

A este último grupo pertenece una empresa que, gracias a la financiación del Banco Santander, ha construido una planta de reciclaje de residuos de conchas. Este proyecto parte de una observación minuciosa: las conchas de los moluscos contienen entre un 95% y un 99% de cal, un residuo que puede tener una segunda vida. En esta nueva planta, las conchas se transforman en cal para uso agrícola destinada a explotaciones de América del Sur, ofreciendo así una nueva línea de negocio a la empresa y eliminando simultáneamente una gran cantidad de residuos que normalmente acaban en vertederos.

Paralelamente, la compañía ha mejorado su impacto medioambiental, reduciendo sus emisiones de carbono en el transporte de residuos en un 72%, además de utilizar residuos oleosos como combustible alternativo. Todas estas mejoras han llevado a la empresa a obtener la certificación IFS de gestión de seguridad alimentaria y Friend of the Sea, que avala la gestión sostenible de la pesca y los recursos marinos.

En otros casos, los proyectos financiados por el Banco Santander mejoran los procesos de reciclaje de residuos para que la actividad de sus empresas sea cada vez más sostenible. Entre ellas se encuentra una empresa de reciclaje de plásticos PET, que transforma este tipo de envases, uno de los más comunes en las botellas, en PET flakes, pequeñas virutas que se emplean en la creación de nuevos envases e incluso en la industria textil.

Otro ejemplo de éxito con el apoyo del banco es el de una empresa dedicada al tratamiento de residuos aceitosos, que valoriza aceites y grasas que antes se desechaban para producir aceites técnicos. Esta empresa ha patentado unos procesos para recuperar residuos considerados irrecuperables, dando una nueva vida a materiales destinados a ser desechados.

Banco Santander, Impulsando la Financiación Sostenible

El Banco Santander también promueve otros proyectos que permiten a las empresas llevar a cabo los procesos necesarios para convertir residuos de origen animal en un material con nuevos fines. Un ejemplo en este ámbito es el de una empresa de la industria cárnica avícola que, financiada por el banco, ha podido incorporar a su modelo de negocio la maquinaria adecuada para reutilizar pieles y vísceras de aves que antes no tenían uso y utilizarlas como alimento para aves.

Estos desechos, restos orgánicos, pieles y sangre, entre otros, se deshidratan mediante un proceso térmico a temperatura controlada y se reutilizan como parte de la harina de alimentación animal, mientras que el agua residual resultante de todo el proceso se trata en una depuradora, garantizando la circularidad completa de la empresa.

Además de proyectos como estos, el Banco Santander fomenta la financiación de empresas vinculadas a la sostenibilidad, dando prioridad a aquellas solicitudes que incorporan en sus modelos de negocio indicadores claros de economía circular, como la gestión del agua y los residuos.

Esta política, que busca respaldar a las empresas que se adaptan a las necesidades actuales, se dirige a todos los sectores, no solo a los directamente relacionados con la sostenibilidad. Se extiende a sectores tan diversos como la agricultura, la minería, la hostelería, las industrias textiles o la alimentación. Apoyos necesarios para impulsar el cambio en los distintos ámbitos de actividad en busca de una economía más sostenible y respetuosa con el futuro.