El otrora gigante francés de la distribución, Carrefour, atraviesa dificultades para adaptarse a los nuevos tiempos. Su formato estrella, el hipermercado, está en declive y la compañía explora opciones para revitalizar su cotización.

El declive del hipermercado

En 2001, Carrefour era el segundo mayor distribuidor del mundo, solo por detrás de Walmart. Sin embargo, en las últimas dos décadas, la compañía ha perdido posiciones frente a gigantes del comercio electrónico y las cadenas de descuento alemanas. El hipermercado, que fue el formato insignia de Carrefour, ha perdido relevancia debido a la preferencia de los consumidores por la proximidad y los precios bajos.

Las ventas de los hipermercados franceses de Carrefour cayeron un 4,3% en los primeros nueve meses de 2024. Los expertos atribuyen este declive a la competencia de los supermercados de proximidad y las tiendas de descuento. Además, el auge de los especialistas en distintas categorías, como Leroy Merlin en bricolaje o Decathlon en deportes, ha erosionado la cuota de mercado de Carrefour en el sector no alimentario.

Estrategias de adaptación

Para adaptarse a las tendencias del mercado, Carrefour está diversificando sus formatos. La compañía cuenta con cerca de 4.300 supermercados y 8.800 tiendas de conveniencia en todo el mundo. También ha adquirido cadenas de supermercados como Supercor y Supersol. Además, Carrefour está apostando por el formato de descuento con 136 tiendas en España bajo la marca Supeco.

El plan estratégico de Carrefour hasta 2026 incluye 4.000 millones de euros en ahorros de costes, así como el objetivo de ganar cuota de mercado y mejorar las ventas comparables mediante una reducción de precios. Sin embargo, los expertos consideran que esta estrategia es difícil de implementar, ya que podría afectar a la calidad del servicio.

El futuro de Carrefour

El futuro de Carrefour es incierto. La compañía se enfrenta a una competencia feroz en los mercados maduros y no se espera que esté entre los 10 primeros distribuidores en 2035. Los expertos apuntan a la fusión como una posible opción para sobrevivir, pero advierten que puede ser una solución a corto plazo.

En definitiva, Carrefour afronta importantes retos para adaptarse a un mercado en constante cambio. La compañía deberá encontrar nuevas formas de atraer a los consumidores y mejorar su rentabilidad para garantizar su futuro a largo plazo.