El Gobierno mantiene el pulso por el salario mínimo pese a las imágenes de cercanía personal de Montero y Díaz
La coalición trata de mantener las apariencias, pero las posiciones no ceden en la tensión provocada por la decisión del Ministerio de Hacienda de que el salario mínimo tribute por primera vez el IRPF.

María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, intentaron disipar los rumores sobre una mala relación personal entre ambas y ofrecieron ante las cámaras, y a petición de la prensa, una imagen de cordialidad con un abrazo incluido, en un acto conjunto en el Teatro Monumental de Madrid para la presentación de la serie documental de RTVE "La conquista de la democracia". Díaz llegó a decir "yo la quiero mucho" cuando le preguntaron qué opinaba sobre la vicepresidenta primera.
Sin embargo, el conflicto no es personal, sino político. La discrepancia persiste entre los miembros de la coalición.

Díaz propuso este lunes la posibilidad de retirar la proposición de ley de Sumar para revertir la decisión de Hacienda, que en principio cuenta con una mayoría absoluta en el Congreso gracias al apoyo de la izquierda y el PP, si se abre una negociación para buscar un punto intermedio, para lo cual hay varias propuestas sobre la mesa.
No obstante, Hacienda insiste en que no quiere tocar el IRPF, prefiere mantener las cosas como están para evitar una negociación compleja para su reforma. Si no se toca nada, el SMI pagará automáticamente el IRPF porque superará el mínimo exento.
El PSOE parece apostar por llevar al límite la presión sobre Sumar, que según los socialistas también sufriría un coste si une sus votos a los del PP y posiblemente a Vox para revertir una decisión del socio mayoritario de la coalición.

Sumar considera que los socialistas perderán el debate popular y se verán obligados a negociar cuando se acerque la votación.
Sin embargo, nada indica que haya margen para la negociación en este momento y ninguno de los dos grupos habla de reuniones o contactos para acercar posturas.
A la entrada del teatro, Montero reiteró su postura poco antes de abrazarse con Díaz. "El Gobierno ha explicado a lo largo de todo este periodo por qué consideraba que era importante la subida del SMI. Un 61% desde que Pedro Sánchez es presidente. Por tanto, este debate trataba sobre la subida del salario mínimo en nuestro país. Estos salarios ya tributaban el año anterior. Por tanto, en ningún caso subimos impuestos. El Gobierno de España ha bajado los impuestos a la clase media y trabajadora con un ahorro de 5.000 millones", afirmó Montero.
Montero no abrió ninguna puerta a la negociación, aunque dijo que la receta siempre es "diálogo, diálogo y diálogo".
Esa misma mañana, Díaz también mantuvo su posición. "Ser de izquierdas no es bajar los impuestos a las energéticas", replicó a Montero, quien le reprochaba que no era progresista abrir este debate sobre los impuestos.
Díaz dejó abierta la puerta a la negociación: "Me gustaría alcanzar un acuerdo dentro del Gobierno, eso es lo lógico. Yo nunca voy a una negociación diciendo que no voy a mover una coma".
Pero el PSOE insiste: la decisión está tomada y no se moverá.
En la reunión de la Ejecutiva del PSOE, Sánchez dejó claro su postura sobre este asunto y respaldó la posición de Montero, según fuentes presentes en la reunión. El encuentro se centró principalmente en la inestabilidad geopolítica y la intención de Donald Trump de negociar con Rusia las condiciones de paz en Ucrania, pero Pedro Sánchez también abordó la polémica que lleva una semana sacudiendo al Gobierno sobre la exención o no del IRPF a los perceptores del salario mínimo tras la última subida aprobada la semana pasada.
La postura de Sánchez es que el SMI "no puede equipararse", según miembros de la ejecutiva socialista, al ingreso mínimo vital debido al aumento que ha experimentado año tras año desde que llegó a La Moncloa en 2018. Un periodo en el que ha pasado de 735 a 1.184 euros mensuales en la actualidad.
Sánchez razonó que, por esta razón, es justo que tributen al menos una parte de los trabajadores que lo perciben. El líder del PSOE argumentó que la política fiscal es progresiva y que si se pretende seguir aumentando el poder adquisitivo de los trabajadores y seguir subiendo el SMI, lógicamente se necesitan ingresos por parte del Estado para mantener el Estado del bienestar.
La tesis compartida en la dirección del PSOE es que no se trata de "caridad", sino de contribuir a un "sistema solidario" que se sostiene con los impuestos.
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, comentó las contradicciones en las que incurre Sumar, y que para otros miembros de la cúpula socialista son "incomprensibles", por defender ahora la exención fiscal. Un miembro destacado pidió "menos demagogia" a Sumar y "más pedagogía" al PSOE para resolver la crisis lo antes posible.
"Lo importante es que el SMI ha subido desde que estamos en el Gobierno: 6.000 euros más al año, 400 euros más al mes, y hay varios tramos de tributación. Algunos seguimos defendiendo y defenderemos siempre la progresividad fiscal", zanjó el ministro Óscar López, lanzándole una indirecta a Díaz al llegar a un acto de José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso.
Mientras, el PP invita a Sumar a apoyar su proposición de ley para evitar que el salario mínimo tribute por IRPF, pero los populares también están dispuestos a apoyar la iniciativa de Sumar si es necesario, según fuentes de la dirección del partido. Por el momento, según diversas fuentes de la cúpula del PP, no ha habido conversaciones directas con el grupo de Yolanda Díaz para coordinar estrategias o iniciativas, pero el núcleo duro del PP subraya que, llegado el caso, sería posible incluso unir sus votos a los de Sumar en la Mesa del Congreso para superar el veto presupuestario del que dispone el Gobierno para las iniciativas que pueden alterar las cuentas públicas. Es decir, para doblarle el brazo al PSOE.
No obstante, el PP no cree que se llegue a ese extremo porque la mayoría de la dirección considera que la parte socialista del Gobierno rectificará la "metedura de pata sideral" que, a su juicio, ha cometido al hacer tributar la subida del SMI. Fuentes del área económica de la dirección del PP insisten en que el partido está convencido de que el salario mínimo no debe tributar por IRPF, y recuerdan que esas rentas ya tributan a través de otros impuestos como el IVA.
Además, sostienen que el Gobierno ha logrado una recaudación importante, de hasta 280.000 millones de euros en 2024, y la tributación del SMI, según sus cálculos, no llegaría a los 1.000 millones.
"Vamos a disfrutar del espectáculo", se deleitan en el gabinete del líder del PP con la discusión interna entre los dos socios del Gobierno, aunque algunos miembros de la cúpula creen que se trata de un "paripé" organizado entre el PSOE y Sumar para dar oxígeno a Yolanda Díaz. Otros dirigentes populares discrepan de esta tesis y creen que sí hay un conflicto entre María Jesús Montero y Yolanda Díaz, pero en cualquier caso el PP se siente cómodo con lo que considera un error estratégico de los socialistas.