El Gobierno prorrogará el escudo antiopas

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha anunciado que el Gobierno prorrogará el denominado escudo antiopas, una medida que se puso en marcha en marzo de 2020 para evitar la adquisición por parte de inversores extranjeros de empresas españolas penalizadas por la pandemia de la COVID-19.

El escudo antiopas fija que una compañía o inversor extranjero que quiera comprar un 10% o más del capital de una empresa española de un sector estratégico necesitará autorización por parte del Gobierno. Como extranjero se consideran también inversores de la Unión Europea. Esta limitación, que Bruselas ha permitido de forma temporal, vence al final de este año.

El Gobierno considera la medida como "muy equilibrada"

Cuerpo ha asegurado que el Ejecutivo "está trabajando para poder prorrogarlo más allá del 31 de diciembre" porque considera que la norma en materia de protección de los sectores estratégicos y de inversión que es "muy equilibrada".

El ministro ha destacado que España cuenta con buenos datos de llegada de inversión extranjera y que eso es compatible con proteger los intereses de su industria y sectores estratégicos, como ha sido en el caso de Talgo por motivos de seguridad nacional.

El escudo antiopas se ha utilizado para vetar la opa de Ganz-MaVag sobre Talgo

El pasado mes de agosto, el Gobierno usó esta capacidad para vetar la oferta pública de adquisición (opa) del consorcio húngaro Ganz-MaVag sobre Talgo alegando "riesgos para la seguridad nacional" y la protección de los intereses estratégicos.

El Gobierno estudia los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas

Respecto a los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas, Cuerpo ha señalado que esos gravámenes "surgieron con un elemento de excepcionalidad, para permitir responder ante la crisis de inflación con un escudo social que protegiera a los ciudadanos".

Ahora, el Ejecutivo se encuentra "con la discusión interna para encontrar una forma de ajustarlo a ese carácter permanente". Cuerpo plantea en términos de "objetivos de política económica que van más allá del corto plazo, como las inversiones energéticas". En el caso de los impuestos a los bancos, "se trata también de ajustarlo al hecho de que ya no vamos a estar en un momento de pico de tipos".