El PSOE pacta con Junts tumbar el impuesto energético
El gravamen a la banca se mantiene tres años, pero se suaviza, mientras que las rentas del capital en el IRPF, el tabaco y los hidrocarburos también subirán
El Gobierno y sus socios han pactado este miércoles hacer permanente el impuesto a la banca y ampliar el gravamen extraordinario a las energéticas, aunque con importantes modificaciones respecto a la propuesta inicial. El acuerdo, que modifica una directiva europea que establece un impuesto mínimo a las multinacionales, allana el camino para su aprobación en el Congreso de los Diputados.
El impuesto a la banca, que actuará sobre el margen de intereses y comisiones de las entidades de crédito, tendrá un carácter progresivo, desde el 1% al 6%, y permitirá la deducción del 25% de la cuota del impuesto de sociedades. Además, contará con una deducción extraordinaria en caso de que las entidades sufran un descenso sostenido de su rentabilidad. Tendrá efecto durante tres años, a partir del 1 de enero de 2024.
El impuesto a las energéticas, en cambio, ha sido tumbado por la oposición del PNV y Junts, que han presionado al PSOE para suavizar el gravamen a la banca. El Ejecutivo quería incluir fuertes deducciones por las inversiones estratégicas, algo que rechazaban los nacionalistas catalanes.
Además, el acuerdo incluye otras subidas fiscales, como el aumento de la tributación de las rentas del capital en el IRPF, que pasará del 28% al 29% para las rentas superiores a 300.000 euros. También se gravará la nicotina de los vapeadores y se eliminará la bonificación que tenía el diésel frente a la gasolina.
El acuerdo ha sido recibido con satisfacción por el Gobierno, que considera que permitirá recaudar unos 2.800 millones de euros anuales. Sin embargo, ha sido criticado por la oposición, que considera que es insuficiente y que no gravará a las grandes empresas energéticas.
El acuerdo tendrá que ser aprobado ahora por el Congreso de los Diputados, donde el Gobierno cuenta con el apoyo de sus socios parlamentarios. Sin embargo, no está claro que el texto salga adelante sin modificaciones, ya que Sumar, Bildu y ERC han presentado sus propias enmiendas.