El impuesto sobre sociedades gana fuerza en todo el mundo
El impuesto sobre sociedades ha experimentado un nuevo impulso a nivel global en los últimos años. Este repunte ha situado los ingresos por este tributo en niveles similares a los previos a la crisis financiera de 2008, debido principalmente a la recuperación económica tras la pandemia de la COVID-19.
Ingresos crecientes
De acuerdo con el informe anual sobre estadísticas tributarias corporativas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los ingresos medios del impuesto sobre sociedades en relación con el total de los ingresos fiscales aumentaron del 12,5% en el año 2000 al 16% en 2021. En términos del Producto Interior Bruto (PIB), los ingresos del impuesto sobre sociedades también se incrementaron, pasando del 2,6% en 2000 al 3,2% en 2021.
Variaciones regionales
El informe también destaca importantes variaciones entre regiones y países. En 2021, los ingresos del impuesto de sociedades representaron una mayor proporción de los ingresos fiscales totales en África (18,7%), Asia y el Pacífico (18,2%) y América Latina y el Caribe (15,4%) que en la OCDE (10,2%). Esta disparidad subraya la mayor dependencia de los países de renta media y baja del impuesto de sociedades como fuente de ingresos públicos.
Lucha contra la erosión fiscal
El informe de la OCDE también enfatiza la importancia de seguir vigilando las prácticas de erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS), que pueden socavar los ingresos del impuesto de sociedades. Si bien existen indicios de una modesta reducción de estas prácticas en los últimos años, la OCDE señala que siguen siendo un desafío importante para los gobiernos de todo el mundo.
Tipo mínimo del 15%
En este sentido, cabe destacar la paulatina implementación del tipo mínimo del 15%, que busca equiparar la fiscalidad en el conjunto de los países de la OCDE para dificultar las prácticas de BEPS y garantizar que la tributación se quede en los países donde se producen los beneficios.
En resumen, el impuesto sobre sociedades está experimentando un repunte global, con ingresos crecientes y variaciones regionales. La lucha contra las prácticas de BEPS y la implementación del tipo mínimo son medidas cruciales para garantizar la equidad fiscal y fortalecer los ingresos públicos.