El peso mexicano se deprecia frente al dólar estadounidense

El peso mexicano se está depreciando frente al dólar estadounidense debido a un avance global del dólar y a la publicación de cifras de inflación locales que fortalecen los argumentos a favor de que el banco central siga flexibilizando su postura monetaria, incluso con recortes a la tasa clave de mayor magnitud a los que ha venido aplicando.

La moneda doméstica cotiza en 20,47 por dólar, con una pérdida de 0,50% frente al precio de referencia de LSEG de ayer, apuntando a su tercera sesión consecutiva de pérdidas.

Factores que contribuyen a la depreciación del peso

  1. Avance global del dólar
  2. Cifras de inflación en México

Avance global del dólar

El dólar estadounidense se está fortaleciendo a nivel mundial gracias al aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. El rendimiento de las notas a 10 años alcanzó el 4,73%, su nivel más alto desde abril de 2024, y cerró en el 4,67%. Este repunte ha dejado al dólar en una posición sólida frente a otras monedas clave.

El índice del dólar, que mide su rendimiento frente a seis monedas principales, subió un 0,15% a 109,18 unidades, cerca de su máximo de dos años. Su fortaleza refleja la incertidumbre económica global y las expectativas de políticas comerciales más agresivas por parte de Estados Unidos.

Cifras de inflación en México

Las cifras de inflación en México se publicaron el 9 de enero de 2025 y mostraron que la tasa de inflación interanual se había acelerado al 8,5%, por encima del objetivo del banco central del 3%. Esto ha aumentado las expectativas de que el banco central recorte las tasas de interés de forma más agresiva en su próxima reunión de política monetaria.

Los recortes de las tasas de interés suelen conducir a una depreciación de la moneda, ya que hacen que los activos denominados en esa moneda sean menos atractivos para los inversores.

Implicaciones para la economía mexicana

La depreciación del peso podría tener un impacto negativo en la economía mexicana. Podría conducir a una mayor inflación, ya que las empresas trasladan los mayores costos de importación a los consumidores.

También podría dificultar que las empresas mexicanas exporten sus productos, ya que sus productos serían más caros para los compradores extranjeros.

El Banco de México está vigilando de cerca la situación y es probable que tome medidas para estabilizar el peso si es necesario.