El peso se desploma: sufre su peor caída desde 2008

El peso mexicano ha cerrado 2024 con una depreciación acumulada del 22,8% frente al dólar estadounidense, registrando su peor desempeño anual desde la crisis financiera de 2008.

Incertidumbre política y económica

Este deterioro se produce en un contexto de incertidumbre política y económica tanto en México como a nivel internacional, reflejando las tensiones que han sacudido a la segunda economía más grande de América Latina, según Reuters.

Inicialmente, el peso mexicano mostró fortaleza, alcanzando en abril un tipo de cambio de 16,2559 pesos por dólar, el nivel más alto en casi nueve años. Sin embargo, esta tendencia positiva se invirtió a partir de junio tras la victoria electoral de Claudia Sheinbaum y su partido Morena, cuyas reformas fueron consideradas riesgosas para el clima empresarial.

El panorama se complicó aún más en noviembre con el triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos, cuyas políticas proteccionistas y promesas de aranceles elevados a socios comerciales, incluido México, han generado incertidumbre sobre el comercio bilateral.

2023: ¿estabilización del peso?

El peso terminó el año en 20,8197 unidades por dólar, según el mercado internacional Forex.

Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base, atribuye esta fortaleza al temor al regreso de Donald Trump al poder en enero de 2025 y a la expectativa de una política monetaria más conservadora por parte de la Reserva Federal ante posibles presiones inflacionarias.

A pesar de las dificultades actuales, los analistas prevén cierta estabilización en el tipo de cambio durante 2023. Las encuestas proyectan que el peso cerrará el próximo año en torno a las 21 unidades por dólar.

Sin embargo, los riesgos asociados al retorno de Trump a la Casa Blanca, junto con las políticas monetarias de la Fed, podrían mantener la volatilidad en los mercados financieros. Alejo Czerwonko, estratega de UBS Wealth Management, anticipa un inicio de año complicado, pero considera que las turbulencias serán temporales y que la economía mexicana encontrará un punto de equilibrio a mediano plazo.