El precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, se ha desplomado por debajo de los 70 dólares por barril por primera vez desde noviembre de 2021, poniendo fin a una racha alcista impulsada por la guerra en Ucrania.
Factores de la caída
La caída del precio del crudo se atribuye principalmente a dos factores: una demanda más débil de lo esperado y una mayor oferta. La desaceleración económica en China y Estados Unidos ha reducido la demanda de petróleo, mientras que el aumento de la producción en Estados Unidos y otros países productores ha aumentado la oferta.
Según un informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se espera que la demanda mundial de petróleo aumente en solo un millón de barriles por día en 2023, por debajo de las previsiones anteriores de 2,25 millones de barriles por día. Por otro lado, se prevé que la oferta aumente en alrededor de 1,5 millones de barriles por día.
Consecuencias de la caída
La caída del precio del petróleo tiene implicaciones tanto positivas como negativas. Para los consumidores, especialmente en Europa y China, el petróleo más barato se traducirá en menores costos de combustible y transporte. También podría ayudar a reducir la inflación, que ha estado aumentando en muchos países.
Sin embargo, los países productores de petróleo, como Arabia Saudita y Rusia, se verán afectados por los menores ingresos. Además, las empresas de energía que utilizan técnicas de producción costosas, como la fracturación hidráulica, también podrían verse perjudicadas.
Perspectivas de futuro
Los expertos creen que el precio del petróleo podría seguir bajando en el corto plazo, ya que los factores que impulsan la caída siguen vigentes. Sin embargo, destacan que los acontecimientos geopolíticos, como una escalada de las tensiones en Oriente Medio, podrían provocar un repunte de los precios.