El Poder Judicial mexicano se encuentra sumido en una crisis que requiere un diagnóstico profundo, según reconoció el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar.

¿Problemas graves?

"¿El Poder Judicial tiene problemas?, claro que tiene problemas graves", afirmó Zaldívar durante su participación en el foro "División de Poderes, Medios Legales y Constitucionales" en Chiapas.

Sin embargo, el ministro también defendió la labor de la SCJN y aseguró que "no hay abusos ni injerencias" en el proceso legislativo. "Si revisamos el proceso legislativo de algunas reformas, es por una enmienda legal dictada y aprobada por los propios legisladores desde 2008 para que se escuchara a las minorías", explicó.

El proceso legislativo

Zaldívar reiteró que la jurisprudencia de la Corte que permite revisar el proceso legislativo data de 2008 y fue expedida por los grupos minoritarios "que no eran escuchados en los parlamentos".

"Respecto a que el proceso legislativo no esconda a las minorías una iniciativa o una dictaminación, desde 1996 la Corte ha abordado este punto en 221 asuntos y lleva cuatro declaratorias de leyes federales, por lo que yo no veo el abuso de la Corte por proceso legislativo", argumentó.

Críticas a la reforma judicial

Por otra parte, Zaldívar se refirió a las críticas que han surgido en torno a la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual incluye la posibilidad de que los jueces y magistrados sean elegidos por voto popular.

"Tengo mis dudas sobre la designación de los jueces, magistrados y ministros por voto popular", expresó el ministro. "¿Va a poder revisar la población a 2 mil 88 perfiles? Es difícil. Perdón que difiera, no me lo tomen a mal, pero me preocupa".

En este sentido, Zaldívar señaló que "la representación popular del legislador es muy legítima, pero los jueces y magistrados deben ser elegidos por su capacidad y experiencia profesional".

Protesta de trabajadores

En el marco del cuarto foro sobre la reforma judicial, alrededor de mil trabajadores del sistema judicial federal marcharon y coparon las entradas a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas para protestar contra la reforma.

Los manifestantes denunciaron que la reforma "trunca el sueño de los trabajadores que desean convertirse en jueces o magistrados, pues en lugar de prepararse profesionalmente, los aspirantes deberán preocuparse por juntar recursos para campañas y buscar el voto popular".