El precio del alquiler en Barcelona sigue por las nubes: 1.193 euros al mes
El precio del alquiler en Barcelona sigue marcando récords históricos. Durante el primer trimestre de este año, alcanzó los 1.193 euros mensuales, según datos oficiales de las fianzas depositadas en el Incasòl publicados por la Generalitat este lunes. Se trata de un incremento de más de 100 euros respecto al mismo periodo del año pasado, cuando el precio del alquiler superó el salario mínimo con 1.087 euros mensuales.
En porcentaje, el aumento roza el 10%, triplicando la subida del IPC. La cifra es importante porque será la última de la serie antes de la entrada en vigor de la regulación de precios a mediados de marzo, lo que permitirá analizar sus consecuencias en el mercado.
Los precios llevan una década creciendo
Los precios del alquiler en Barcelona llevan una década creciendo, con la única excepción de la pandemia y su resaca económica, que coincidió con la primera regulación de precios en Cataluña. Su efecto es difícil de analizar porque se solapa con el de la epidemia mundial de coronavirus.
En Barcelona, los precios oscilan entre los 828,7 euros del distrito de Nou Barris y los 1.651,8 euros de Sarrià-Sant Gervasi. Solo tres de los diez distritos de la ciudad registran alquileres inferiores a los mil euros: Nou Barris, Horta-Guinardó y Sant Andreu.
Cataluña también registra subidas
En Cataluña, el precio medio del alquiler se sitúa en los 868 euros, un 6,9% más que durante el primer trimestre de 2023. El Sindicato de Inquilinas califica estas cifras como "graves" y asegura que están "ahogando cada vez más a las economías domésticas por el pago de los alquileres".
Más allá de la capital, los alquileres en Girona cuestan 807 euros, en Lleida 586 euros y en Tarragona 664 euros. En grandes ciudades como L'Hospitalet, el alquiler mensual es de 880 euros, mientras que en Reus es de 604 euros, en Terrassa de 730 euros, en Sabadell de 807 euros y en Badalona de 878 euros.
¿Por qué suben los precios del alquiler?
La Cámara de la Propiedad Urbana de Barcelona cita varias razones para explicar el aumento. Entre ellas, la inflación, la mayor superficie de los pisos alquilados y el "desequilibrio entre una demanda creciente y una oferta que no puede responder al mismo ritmo, lo que generaliza las subidas por encima del IPC en todos los distritos (excepto en Sants-Montjuïc)".
La cámara también señala que los mayores incrementos se registran en los distritos más caros. Por último, apunta al hecho de que los propietarios están invirtiendo en mejoras de las viviendas para ofrecer "pisos de nivel superior", lo que se traslada a los precios.
Los inquilinos denuncian subidas abusivas
El Sindicato de Inquilinas, impulsor de la regulación de precios en Cataluña y después por parte del Gobierno, atribuye las subidas del primer trimestre de este año a un intento de los caseros de subir precios antes de que entrara en vigor la regulación. El portavoz del sindicato, Enric Aragonès, ha recordado que la organización detectó, antes de la entrada en vigor de la regulación, casos de propietarios que intentaban subir precios, incluso forzando la firma de nuevos contratos de pisos que todavía tenían vigente un contrato.
"La regulación se cumple, pero hay rentistas dispuestos a hacer lo que sea para no cumplir la regulación", denuncia el sindicato. "Vemos esfuerzos deliberados por parte de la patronal inmobiliaria para esquivar la ley, no firmar nuevos contratos y continuar subiendo precios a través de alquileres temporales o alquiler de habitaciones".