El proteccionismo frena la compra de la siderúrgica estadounidense US Steel por parte de la japonesa Nippon Steel

El proteccionismo económico, el nacionalismo y los cálculos electorales están obstaculizando la adquisición de la emblemática siderúrgica estadounidense US Steel por parte de la japonesa Nippon Steel. Los accionistas respaldaron abrumadoramente la operación en abril, pero sigue bloqueada.

Nippon Steel aumenta sus promesas de inversión para vencer la resistencia

Para superar la oposición política y sindical a la operación, Nippon Steel ha aumentado sus promesas de inversión. Se ha comprometido a invertir al menos 1.000 millones de dólares en la mejora del tren de laminación en caliente de la planta de Irvin, en Pittsburgh, así como en otras instalaciones de Mon Valley Works, en Pensilvania. También invertirá unos 300 millones de dólares en la mejora de uno de los altos hornos de Gary Works, en Gary (Indiana).

Además, Nippon Steel afirma que sigue viendo numerosas oportunidades de transferencia de tecnología a US Steel tras el cierre de la transacción. Esto incluye compartir la tecnología de Nippon Steel que ha demostrado reducir las emisiones de carbono en un 33% en un alto horno de prueba.

Biden y el sindicato United Steelworkers se oponen a la operación

El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha opuesto rotundamente a la operación, afirmando que es esencial mantener fuertes siderúrgicas estadounidenses impulsadas por trabajadores estadounidenses. El sindicato United Steelworkers (USW) tampoco está convencido, alegando que Nippon Steel no está abordando sus preocupaciones.

El plan de inversión de Nippon Steel sería beneficioso para las plantas estadounidenses

El plan de inversión de Nippon Steel para las plantas estadounidenses es mucho más potente que el que tendría la empresa de forma independiente. Sin embargo, el nombre de US Steel despierta sentimientos proteccionistas.

A pesar de que US Steel es una empresa centenaria, su peso en la economía estadounidense ha disminuido considerablemente. Además, hay otras empresas extranjeras con inversiones en el sector siderúrgico estadounidense que nunca han resultado problemáticas.

El rechazo a la oferta de Nippon Steel es un gesto de proteccionismo que puede ser mal recibido en Japón, un aliado estadounidense.

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