La Virgen del Pilar tampoco puede alquilar: el pueblo del Pirineo aragonés en el que no hay pisos por menos de 1.000 euros
El valle de Benasque, uno de los principales enclaves turísticos de Aragón, clama por alquileres asequibles de larga estancia mientras crece el número de viviendas turísticas.
Bajo exterior y con ascensor. Dos habitaciones. 68 metros cuadrados. 1.180 euros al mes en alquiler de temporada. Así aparece, en el portal inmobiliario Idealista la primera opción de vivienda en la localidad aragonesa de Benasque, en pleno corazón de los Pirineos.
Se encuentra a escasos kilómetros de la estación de esquí de Cerler, un enclave con paisajes de postal en el que también se ubica el parque natural Posets Maladeta, del que forma parte el pico más alto de la cordillera, el Aneto, y los glaciares pirenaicos. Y donde los precios de la vivienda ni mucho menos están congelados.
La localidad, de apenas 2.300 habitantes censados, está a la cabeza en cantidad de viviendas turísticas en Aragón, según el Instituto Aragonés de Estadística (IAE), con 2.296 inmuebles, solo por detrás de la capital, Zaragoza, y por encima incluso de su capacidad hotelera.
Pero conseguir alquilar un piso para vivir por menos de 1.000 euros no es nada fácil. “La Virgen del Pilar tampoco puede alquilar”, rezaba una pancarta en la movilización del pasado 13 de octubre.
Con ese lema y otros como “Están jugando al Monopoly con nuestro valle”, se reunieron frente al Ayuntamiento del municipio más de doscientas personas arropadas por la oposición y convocadas por la plataforma Vivienda Digna Benasque.
“Benasque está lleno de pisos, pero la mitad están vacíos”, se lamenta Patrick Gilmartín, miembro de este colectivo “horizontal y sin portavoces”. Él es guía de montaña y a sus 22 años ni se plantea independizarse. “Pero no solo somos los jóvenes, sino médicos, enfermeros, y profesores que no quieren venir al Instituto de Castejón de Sos ―del que depende Benasque― porque es imposible pagar con su sueldo una vivienda aquí”, denuncia.
El Pirineo, aquí, parece Ibiza. Lo sufre también la Benemérita. Los agentes de la Guardia Civil de montaña que en verano son destinados a la base de Benasque, desde donde se efectúan numerosos rescates, se las ven y se las desean para poder encajar las escasas dietas de las que disponen en los elevados precios de los apartamentos.
La opción que acaban escogiendo es el hotel, pero porque hay hosteleros que les ajustan los precios sabiendo que vienen a trabajar.
Pero pisos, no faltan. Eso sí, el 35% del parque inmobiliario está compuesto por segundas residencias.
Benasque es, según el INE, el segundo municipio de España con más casas de vacaciones: de 3.508 viviendas, 1.209 son segunda residencia, lo que hace que fuera de temporada la mayoría esté sin ocupar.
No todos tienen la suerte de tener dos casas y hay familias que luchan por hacerse solo con una. “Llevamos más de ocho años en el valle, mis hijas nacieron aquí”, dice una madre que ha dejado su testimonio en las redes de la plataforma. “Pero ahora nos encontramos con la desagradable sorpresa de que el propietario quiere vender la casa por 300.000 euros y ni podemos comprar por ese precio, ni alquilar”. Acaba con una pregunta: “¿Por qué se cuida tanto al turista y nada a la gente de aquí?”.
El carácter montañés defiende lo suyo y hay quien prefiere ver la botella medio llena antes que vacía. No es el caso de los empresarios, que luchan por conseguir mano de obra, ya de por sí difícil en Aragón y en el medio rural, y además se encuentran con este plus de dificultad. “Yo tuve que comprar tres pisos y una habitación para poder destinarlos a mi personal”, cuenta José María Ciria, propietario del hotel que lleva su nombre y presidente de la Asociación de Empresarios Valle de Benasque.
Asegura que sin alojamiento es “imposible encontrar trabajadores”. Hay negocios, explica, que están cerrados por este motivo. “Imagínate cuánto nos encarece los costes el tener que hacer frente además a la vivienda de los empleados”. En su hotel trabajan 30 personas y la mayoría, salvo una decena del pueblo, son de fuera.
Frente a esta situación, el Gobierno de Aragón ha anunciado, en colaboración con el Ayuntamiento ―del mismo signo político (PP)― la construcción de 29 nuevas viviendas que se destinarán, según cuenta el alcalde, “para el alquiler a precios asequibles (VPA)”. Manuel Mora, alcalde de Benasque, defiende esta medida que estará lista, como poco, en dos años, con más de cuatro millones de euros de inversión.
Sin embargo, la oposición y el colectivo Vivienda Digna Benasque lo tienen claro: “No es suficiente”. “En Benasque no faltan pisos, sino gestionar de otro modo los que hay”, sostiene Gilmartín.
La plataforma anima a la Administración a comprar vivienda y ponerla en alquiler asequible, pero también a limitar la cantidad de pisos turísticos, y ahí el Ayuntamiento no está por la labor. “Si no hubiera apartamentos turísticos, la gente no podría venir a Benasque en temporada”, afirma el alcalde.
La oposición critica al equipo de gobierno por lo que considera inacción. El concejal y portavoz socialista, Kiko Gracia, denunció esta misma semana en la cadena SER que ha presentado varias iniciativas para mejorar el acceso a la vivienda, pero que “ni estando aprobadas en pleno municipal, el Consistorio las está llevando a cabo”.
Se trata de crear una bolsa de vivienda pública de alquiler y un proyecto para construir una residencia para trabajadores. Ambas cuestiones se aprobaron por unanimidad, pero el alcalde se defiende con que “la bolsa se abrió y se tuvo que cerrar porque nadie quiso apuntarse”. En cuanto a lo demás, asegura, que están trabajando desde que entraron al Ayuntamiento hace poco más de un año.
“Ellos estuvieron ocho y esto no ha sido de la noche a la mañana”, señala.
La plataforma por la vivienda digna quiere más. En la concentración pidieron al Consistorio que declare la localidad como zona tensionada, lo que permitiría aplicar medidas como topar el precio de los alquileres o incrementar el IBI de las viviendas vacías.
También exigen establecer una tasa turística de dos euros por noche y por habitación y financiar con ese dinero la compra de inmuebles para destinarlos al alquiler asequible. Incluso reclaman reducir el salario del equipo de gobierno hasta que hagan un plan efectivo.
De momento, en Benasque, como decían las pancartas de la concentración de este mes de octubre, alquilar no alquila “ni la Virgen del Pilar”, o al menos sin una buena suma de dinero.