El SAT y las indemnizaciones por despido: ¿a quiénes les quita dinero?
Sufrir un despido injustificado es un acontecimiento difícil, y más aún si el dinero que se recibe no se percibe en su totalidad debido a que una parte se entrega al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Descubre en qué casos concretos se retienen impuestos de las indemnizaciones.
¿Cuándo se aplica la indemnización por despido injustificado?
Existen situaciones laborales en las que distinguir entre los conceptos de finiquito y liquidación puede resultar confuso para los trabajadores; sin embargo, es fundamental comprender la diferencia entre estos dos conceptos laborales.
Anteriormente, hemos explicado los distintos casos en los que se aplica la indemnización, pero ahora los recordamos, ya que poner fin a una relación laboral no es sencillo y se complica aún más si no se sabe lo que se debe recibir.
La liquidación se otorga al trabajador cuando la finalización de la relación laboral no recae sobre el empleado, por lo que este pago es una indemnización por parte del empleador.
Los supuestos en los que el trabajador debe recibir una liquidación son los siguientes:
- La empresa rescinde el contrato por motivos ajenos al rendimiento del trabajador, como la reestructuración del área, el cierre de la empresa o la desaparición del puesto.
- El trabajador es despedido injustificadamente.
- El trabajador decide renunciar debido a una falta grave cometida por el empleador, faltas previstas en el artículo 51 de la Ley Federal del Trabajo.
La liquidación debe incluir:
- Prima de antigüedad.
- Salarios vencidos (solo en caso de despido injustificado, con un límite de 12 meses a partir de la notificación del despido).
- 20 días de salario por año trabajado (solo en caso de despido injustificado, solicitando ante la Junta de Conciliación y Arbitraje la reinstalación y recibiendo la negativa de la empresa).
- Tres meses de salario.
¿A quiénes quita dinero de la indemnización por despido el SAT?
La indemnización está exenta del Impuesto sobre la Renta (ISR) hasta el equivalente a tres meses de salario base o 20 días por año de servicio, lo que resulte más favorable para el trabajador.
Esto se aplica siempre que se cumplan determinados requisitos, como haber sido despedido injustificadamente o no haber recibido un finiquito previo por el mismo empleo.
Las personas que deben pagar impuestos por la indemnización son aquellas que reciben más del límite establecido por la ley, que en este caso son tres meses de salario base.
En una entrevista con MILENIO, el contador Jared Zamora Carrasco señaló que esta declaración de impuestos debe ser realizada por el empleador, con normalidad, a pesar de la finalización de la relación laboral.