El sector energético lanza un contundente mensaje: vamos tarde en el desarrollo de redes eléctricas, un elemento clave para que las energías renovables alcancen el 81% de la electricidad en España en 2030. En este sentido, Andalucía se encuentra especialmente rezagada, recibiendo un 42% menos de inversión para el desarrollo de esta infraestructura.

El aviso de la Asociación para la Transición Energética

La Asociación para la Transición Energética, creada hace cinco años, ha reunido en Sevilla a empresarios y voces destacadas del sector para reflexionar sobre los cuellos de botella que podrían hacer perder a Andalucía un liderazgo que se antoja natural por sus horas de sol y su viento.

De hecho, se estima que Andalucía tiene capacidad para generar hasta 300 GW de energías renovables; pero sin redes para transportar esa energía, su potencial queda en entredicho.

El problema no es solo andaluz

Aunque el problema es más acusado en Andalucía, no es exclusivo de esta comunidad. En España, la construcción de todos los proyectos solares y eólicos a los que se les ha concedido autorización de red hoy casi triplicaría la capacidad instalada actual. Con estos mimbres, el objetivo de que en 2030 la electricidad en España sea un 81% renovable "sería inalcanzable", advierte la asociación.

¿Cómo solucionarlo?

La idea más repetida en el foro, en el que han participado Marta Castro, directora de Regulación de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica, Antonio Moreno, presidente de la Asociación de grandes industrias del Campo de Gibraltar o Rafael Romero, gerente de la Asociación de Industrias del Polo Químico de Huelva, ha pivotado sobre hacer más atractiva la inversión.

Esto implica revisar y actualizar el sistema actual de financiación de las redes de transporte, primaria y secundaria, y revisar el sistema retributivo para las empresas, para reflejar adecuadamente los costes y riesgos asociados a la gestión de las redes de transporte y distribución.

Además, apuestan por eliminar el límite legal de las inversiones en redes eléctricas, establecer una tasa de retribución financiera "adaptada al contexto actual" y salir del esquema tradicional de retribución a través de la factura de la luz, recurriendo a fondos europeos como FEDER, ReactEU, RePowerEU y NextGenEU.