El sector minorista de Hong Kong se enfrenta a tiempos peligrosos, a pesar de su resistencia durante los últimos cuatro años. Según un informe de Cushman & Wakefield, los alquileres minoristas en Tsim Sha Tsui y Causeway Bay siguen siendo los más altos de Asia, pero han caído casi un 40% desde 2019. Además, marcas internacionales como Harvey Nichols, Sogo, Tiffany, Valentino y Burberry han cerrado tiendas en Hong Kong. El gasto de los consumidores se mantiene bajo debido al lento crecimiento económico, la posibilidad de una recesión en 2024, los altos intereses y costos hipotecarios, y las presiones inflacionarias.
Estos factores, junto con la disminución del turismo de China continental y el aumento del comercio en línea, están afectando gravemente al sector minorista de Hong Kong. Las perspectivas de los minoristas serían más positivas si el gasto se recuperara rápidamente, pero esto parece poco probable debido a las condiciones económicas actuales. Además, el auge del trabajo remoto ha reducido la necesidad de espacio físico en los distritos comerciales, y los consumidores ahora tienen más opciones de dónde comprar, tanto en China continental como en otras ciudades.
En resumen, el sector minorista de Hong Kong se encuentra en una situación precaria. Para sobrevivir y prosperar, se necesita una reestructuración significativa de la economía, reduciendo la dependencia del turismo y fomentando un enfoque en otras áreas de gasto como el entretenimiento, el bienestar y las experiencias. Sin embargo, incluso con estos cambios, es posible que los alquileres minoristas en Hong Kong nunca vuelvan a alcanzar sus niveles máximos históricos. Todo esto crea un camino incierto para los magnates de la propiedad en Hong Kong, después de décadas de éxito en el sector minorista.