Paula Conthe, del Tesoro, espera que el interés por las letras sea el primer paso para que los ciudadanos inviertan en otros activos

El Tesoro descarta la creación de instrumentos de deuda dirigidos a pequeños ahorradores

La rebaja de los tipos de interés ha sido el pistoletazo de salida para que las rentabilidades de la deuda se moderen. Ahora que los rendimientos de las letras se apartan de los máximos registrados en 2023, los pequeños ahorradores deben replantearse si reinvertir el dinero de los títulos que vencen a tipos más bajos, acelerar el traslado de flujos hacia vencimientos mayores para seguir obteniendo rentabilidades similares o empezar a buscar otros productos.

El apetito de los pequeños inversores por la deuda a muy corto plazo llega en un momento en el que los reguladores piden a gritos el desarrollo del mercado de capitales para movilizar la inversión necesaria para abordar los retos de crecimiento. Una de las propuestas presentadas por la OCDE a finales de año pasaba por la creación de cuentas de ahorro individuales, según las cuales los pequeños inversores pueden elegir entre diferentes vías de ahorro e inversión con una fiscalidad única.

Pero la responsable del Tesoro aclara que no basta con garantizar productos rentables y eficaces. «La educación financiera y la protección de los minoristas son algunos de los elementos que se van a tener en cuenta. Acompañaremos a la CNMV y al Banco de España para que el ahorrador conozca qué opciones tiene y qué implica cada una», subraya.

La responsable del Tesoro reconoce que, en las reuniones que mantienen con los inversores internacionales, una de las cuestiones que ha salido a la luz es la posibilidad de que España aproveche el interés de los particulares por la deuda española para lanzar emisiones de deuda dirigidas a los ahorradores, siguiendo el ejemplo de otros tesoros como el de Italia. Esta idea no está entre los planes de España. En su lugar, el Tesoro se esfuerza por diversificar y ampliar la base inversora con deuda a medio y largo plazo.

La responsable de financiación considera que una alternativa más atractiva que la creación de instrumentos de deuda dirigidos a particulares es fomentar la inversión sostenible para llegar a un público más amplio. Desde el lanzamiento en 2021 del primer bono verde soberano, el Tesoro ha realizado sucesivas reaperturas, dos de ellas el año pasado.

En un año en el que se reforzará la emisión de deuda para impulsar la reconstrucción de los territorios afectados por el desastre natural del pasado octubre, el Tesoro analizará con lupa todas las alternativas a su alcance. Por ahora, no está entre sus planes la emisión de deuda social.

Entre los retos más inmediatos está la tradicional emisión sindicada de principios de año. «Vemos un acceso muy sólido y continuo». En un inicio de año en el que la oferta de deuda por parte de los emisores soberanos ha llevado al mercado en euros a vivir algunas de las sesiones de mayor actividad, Conthe no percibe signos de agotamiento.