España experimenta un notable aumento en las importaciones de diésel desde Gibraltar, alcanzando más de 400.000 toneladas desde 2021. Las cifras se han disparado en 2024, con proyecciones de triplicar el volumen para fin de año si el flujo continúa. El origen de este diésel es un misterio, ya que Gibraltar no posee refinerías ni yacimientos de hidrocarburos.

¿De dónde procede el diésel?

Existen varias compañías en Gibraltar dedicadas al comercio de petróleo, como Peninsula Petroleum Ltd Europort, Petroil Ltd y Marine Oil Services Ltd. Sin embargo, el negocio más lucrativo para Gibraltar es el bunkering, un sistema de reabastecimiento de combustible en alta mar.

Los barcos grandes transportan hasta 100.000 toneladas de hidrocarburos y luego transfieren el combustible a barcos más pequeños, con capacidades de hasta 14.000 toneladas, según fuentes de Verdemar - Ecologistas en Acción.

Estas operaciones de bunkering se realizan en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del mar de Alborán o en la Zona Contigua al Mar Territorial de Marruecos. Los trasvases se realizan sin control y, en ocasiones, con la monitorización satelital apagada, lo que dificulta su rastreo.

Posible evasión de sanciones

En febrero de 2023, tras la prohibición de importar diésel de Rusia, Verdemar denunció la llegada de petroleros con hidrocarburos procedentes de Rusia a escasas millas de Ceuta. Estos petroleros realizaban operaciones de bunkering sin control, lo que plantea sospechas de evasión de sanciones.

El problema radica en la dificultad de rastrear la trazabilidad del combustible y, por tanto, limitar su entrada. Si este combustible se lleva a otras refinerías de Turquía o Argelia y se añade algún componente, deja de ser ruso y puede entrar en la Unión Europea legalmente.

Las investigaciones apuntan a que los negocios rusos han llegado incluso a vender diésel marroquí, a pesar de que Marruecos no posee refinerías. Esto sugiere una trama para eludir las sanciones europeas.

Implicaciones medioambientales e impacto económico

Las operaciones de bunkering sin control pueden tener graves consecuencias medioambientales, ya que un accidente podría contaminar el Mar de Alborán durante un largo periodo de tiempo. Además, esta práctica afecta negativamente a la economía de ambas orillas, que depende del turismo y la pesca.

El Gobierno español ha iniciado una investigación ante la posible importación de gasóleo procedente de Rusia a través de una terminal marroquí en el puerto de Tánger.