¿Qué impulsa el crecimiento de España?
Según los economistas de la UE, el crecimiento español se debe "a la demanda doméstica y sostenida por la resiliencia continuada del mercado laboral". Y prevén que la tendencia continúe, pues creen que la tasa de desempleo continuará bajando este año y el que viene, a un ritmo de medio punto porcentual cada año, hasta el 11,6% y el 11,1%, respectivamente.
Vivienda e inversión
La fortaleza de la demanda interna se ve impulsada por varios factores, incluido el aumento del gasto de los hogares, la inversión empresarial y el gasto público. El mercado inmobiliario también está contribuyendo al crecimiento, ya que los precios de la vivienda siguen subiendo.
Mercado laboral
El mercado laboral español es uno de los más sólidos de Europa, con una tasa de desempleo relativamente baja del 12,9%. Esta fortaleza se debe a una serie de factores, incluidas las reformas del mercado laboral que se han implementado en los últimos años.
Impulso externo
El crecimiento de España también se está viendo impulsado por un entorno externo favorable. La economía mundial se está recuperando de la pandemia de COVID-19 y la demanda de exportaciones españolas está aumentando.
¿Qué retos enfrenta España?
A pesar del sólido crecimiento económico, España aún enfrenta una serie de desafíos. Uno de los desafíos más importantes es la alta deuda pública del país, que asciende al 116% del PIB. El gobierno está tomando medidas para reducir la deuda, pero tomará tiempo.
Otro desafío es la creciente desigualdad. La brecha entre ricos y pobres se ha ampliado en los últimos años y esto podría tener un impacto negativo en el crecimiento económico.
Finalmente, España está expuesta a los riesgos globales, como la guerra en Ucrania y la actual crisis energética. Estos riesgos podrían tener un impacto negativo en la economía española.
¿Cuál es el pronóstico para la economía española?
La Comisión Europea prevé que la economía española crecerá un 2,1% en 2023 y un 1,9% en 2024. Estas previsiones se basan en la suposición de que la guerra en Ucrania no se intensificará y que la crisis energética no tendrá un impacto significativo en la economía.
Los riesgos para las perspectivas económicas de España están equilibrados. Por un lado, la economía podría verse impulsada por una mayor demanda interna y un entorno externo favorable. Por otro lado, la economía podría verse afectada por la alta deuda pública del país, la creciente desigualdad y los riesgos globales.