Economía española considera la compra de acciones fraccionadas para pequeños inversores
El Gobierno español está explorando activamente la posibilidad de facilitar la inversión en acciones fraccionadas para los pequeños inversores, según informa Laura Salces (El País, 2025). Esta iniciativa se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio a nivel europeo para incentivar la inversión a largo plazo y dirigir el ahorro hacia productos con mayor rentabilidad.
¿Qué son las acciones fraccionadas?
Las acciones fraccionadas permiten a los inversores comprar una porción de una acción en lugar de la acción completa. Esta modalidad está ganando popularidad, especialmente entre aquellos que desean invertir en empresas con acciones de alto valor, como Booking, Meta o Berkshire Hathaway, donde una sola acción puede costar miles de dólares. En Estados Unidos, esta práctica es común, permitiendo que un mayor número de personas participe en el mercado de valores.
El plan del gobierno español
El gobierno español, en colaboración con Alemania, Francia, Italia, Polonia, Países Bajos y Luxemburgo, está diseñando una estrategia para impulsar la integración del mercado de capitales europeo. El objetivo principal es redirigir los 11 billones de euros que los ciudadanos europeos tienen ahorrados en cuentas y depósitos a plazo hacia inversiones a largo plazo con mayor potencial de rendimiento.
Ventajas de la inversión en acciones fraccionadas
- Accesibilidad: Reduce la barrera de entrada al mercado de valores para pequeños inversores.
- Diversificación: Permite invertir en una variedad de empresas, incluso con poco capital.
- Incentivo al ahorro a largo plazo: Fomenta una cultura de inversión más sólida y sostenida.
Retos y consideraciones
Si bien la idea de las acciones fraccionadas está siendo bien recibida, existen desafíos que deben abordarse. Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la tenencia de acciones fraccionadas no otorga los mismos derechos que la tenencia de acciones completas. Por ejemplo, los inversores en acciones fraccionadas podrían no tener derecho a voto en las juntas de accionistas o a recibir dividendos directamente. Además, la CNMV define las acciones fraccionadas como un contrato bilateral entre el intermediario y el cliente, similar a un CFD (instrumento derivado de alta volatilidad), pero con apalancamiento cero.
XTB, una plataforma de negociación bursátil, explica que, al poseer una acción fraccionada, el inversor solo tiene derecho a los beneficios económicos derivados de esa fracción. La entidad intermediaria es la que posee las acciones completas. Además, la ejecución de la compraventa de acciones fraccionadas no es inmediata, no se pueden transferir entre entidades de inversión y presentan riesgo de liquidez.
La etiqueta europea de inversiones a largo plazo
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, está trabajando en el diseño de una etiqueta europea de inversiones a largo plazo, que se espera esté lista para junio y operativa para el otoño. Esta etiqueta incluirá características mínimas y un régimen fiscal favorable para este tipo de vehículos de inversión.
Modelos a seguir: ISK sueca, ISA británica y PEA francés
Entre los modelos que se están considerando para la etiqueta europea, destaca la cuenta de ahorro sueca ISK, que permite invertir en diversos productos europeos sin declarar las pérdidas y ganancias, y con un gravamen estándar anual sobre el valor de la cuenta. También se analizan la Cuenta de Ahorros Individual británica (ISA) y el Plan d’Épargne en Actions (PEA) francés, ambos con ventajas fiscales.
La ISA británica ya permite la compra de acciones fraccionadas para ahorradores de entre 18 y 40 años, con aportaciones anuales de hasta 4.000 libras, complementadas por el gobierno británico con hasta 1.000 libras adicionales. Esta inclusión, reciente desde septiembre de 2024, ha facilitado que los inversores británicos incluyan acciones fraccionadas en sus cuentas.
El futuro de la inversión en Europa
La iniciativa de promover la inversión en acciones fraccionadas y la creación de una etiqueta europea para inversiones a largo plazo están dirigidas a impulsar el crecimiento económico y la competitividad en Europa. En un momento en que se necesitan inversiones significativas en transición energética, digitalización y seguridad, estas medidas buscan movilizar el ahorro de los ciudadanos europeos hacia proyectos productivos y sostenibles.
En resumen, el gobierno español está explorando un nuevo camino para democratizar la inversión, haciendo que el mercado de valores sea más accesible a todos. Queda por ver cómo se implementarán estas medidas y cuál será su impacto real en la economía y en los hábitos de ahorro de los ciudadanos.