La exclusión social azota a España: 9,4 millones de personas afectadas
La crisis de 2008 y la pandemia han dejado profundas huellas en la sociedad española, agravando la exclusión social que afecta a casi 10 millones de personas (el 19,3% de la población), un 16,4% más que antes de la crisis. Estos datos alarmantes se desprenden de la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales de la Fundación FOESSA, presentada en la sede de Cáritas en Madrid.
Exclusión residencial, un grave problema
Uno de los aspectos más preocupantes es el empeoramiento de la exclusión residencial, vinculada al acceso a la vivienda. En concreto, 4,6 millones de hogares españoles (el 24%) han sufrido dificultades relacionadas con el acceso y mantenimiento de su hogar. Esta proporción se dispara hasta el 90% entre los hogares en situación de exclusión social severa.
Estos problemas se traducen en que el 20% de los hogares con menores ingresos destinan más del 70% de sus ganancias al alquiler, frente al 48% de 2007. Ante esta situación, tres millones de personas (el 6,3%) recurren a formas precarias de tenencia de la vivienda, como compartir piso, realquilar o ocupar ilegalmente.
El empleo, un antídoto insuficiente
Contrariamente a lo que se podría pensar, tener un empleo no garantiza la inmunidad a la exclusión social. De hecho, una de cada diez personas ocupadas se encuentra en esta situación. El porcentaje de hogares donde el sustentador principal tiene un empleo que no les permite salir de la exclusión ha aumentado del 1,1% en 2018 al 2,7% en 2024.
Además, las familias cuyos ingresos dependen de un empleo irregular se han duplicado, pasando del 1,3% al 2,2%. La inestabilidad laboral también ha aumentado, afectando al 5,9% de los hogares, frente al 4,8% de 2018.
Llamada de atención
La secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiró, ha hecho un llamamiento a volver la vista a la situación previa a la Gran Recesión de 2007. Ha advertido que los efectos de la pandemia no deben enmascarar la incapacidad de la sociedad española para superar las consecuencias de la crisis financiera de hace más de una década.
Los autores del informe destacan que la exclusión social se manifiesta de diversas maneras, y que la exclusión residencial es una de las formas más acuciantes y menos visibles. Esto ha dificultado la reacción de la sociedad española ante la actual crisis de vivienda, que se viene gestando desde hace tiempo.