El último adiós a Yolanda Luken de Coppel, matriarca del imperio Coppel
El mundo empresarial mexicano está de luto por el fallecimiento de Yolanda Luken Aguilar, esposa del fundador de Tiendas Coppel, Enrique Coppel Tamayo, quien falleció la noche del martes 23 de abril a los 95 años de edad.
El imperio minorista Coppel, con sede en Sinaloa, tiene unos 10 mil millones de dólares de ingresos anuales, lo que lo convierte en uno de los mayores y de más rápido crecimiento de la región. La familia Coppel cuenta con una fortuna conjunta de 15 mil 500 millones de dólares, según Bloomberg.
Una vida dedicada a la familia y al trabajo
Yolanda Luken y Enrique Coppel se casaron en 1947 y tuvieron siete hijos: Enrique, Rubén, José, Yolanda, Alberto, Mónica y Agustín. La familia creció y prosperó, con cinco integrantes ubicándose entre los 10 mexicanos más ricos del país.
Yolanda Luken fungió como matriarca de la familia Coppel desde 2007, apoyando a su esposo y a sus hijos en sus emprendimientos empresariales.
Condolencias y homenajes
Tras conocerse la noticia del fallecimiento de Yolanda Luken, múltiples organizaciones y personalidades expresaron sus condolencias a la familia Coppel.
El Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (CODESIN), donde Enrique Coppel es fundador y presidente, envió un mensaje de pésame y destacó la labor filantrópica de la familia Coppel en la entidad.
La Cruz Roja Mexicana también lamentó el deceso de Yolanda Luken y agradeció a la familia Coppel su apoyo a la institución.
El Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, también expresó sus condolencias a través de su cuenta de Twitter.
Un legado empresarial y filantrópico
Tiendas Coppel, fundada en 1941, es actualmente administrada por Agustín Coppel Luken, hijo de Yolanda Luken.
Además de su éxito empresarial, la familia Coppel es reconocida por su labor filantrópica en Sinaloa y en otros estados del país.
El fallecimiento de Yolanda Luken de Coppel deja un gran vacío en el mundo empresarial y filantrópico mexicano. Su legado continuará inspirando a generaciones venideras.
