Las elecciones legislativas en Francia alivian las tensiones en los mercados financieros
Las fuerzas centristas y de izquierda en Francia se están uniendo para impedir que los candidatos de extrema derecha obtengan la mayoría absoluta en las elecciones legislativas del domingo, lo que está aliviando la tensión en los mercados financieros.
El diferencial entre la deuda francesa a 10 años y la alemana, que había aumentado a su nivel más alto desde 2012, ha disminuido a menos de 70 puntos básicos. Esta medida, conocida como "cordón sanitario", tiene como objetivo evitar que el partido de extrema derecha de Marine Le Pen obtenga el control del gobierno.
Retiro de candidatos y mejora del mercado
Hasta el momento, más de 200 candidatos de centro e izquierda se han retirado de la segunda vuelta en distritos donde tres candidatos pasaron a la segunda ronda. Esta estrategia busca concentrar el voto y bloquear a Le Pen.
A pesar de que la incertidumbre política continúa, los inversores están empezando a ver una luz al final del túnel. La mejora en el diferencial de la deuda se ha extendido también a otras deudas de la periferia de la zona euro, como la española e italiana.
Perspectivas a corto plazo
Sin embargo, la volatilidad en torno a las acciones y la deuda francesa seguirá siendo alta a corto plazo. Los analistas señalan que el escrutinio sobre las finanzas públicas francesas dificulta una reducción significativa de la prima de riesgo.
Benoit Gerard, analista de Natixis, cree que un diferencial entre 60 y 70 puntos básicos refleja bien la situación económica de Francia. En caso de una victoria de la extrema derecha, este diferencial podría aumentar a 120 puntos básicos.
Preocupación por las finanzas públicas
La Comisión Europea ha abierto un expediente a Francia por su elevado déficit. A finales de 2023, el déficit se situaba en el 5,5%, muy por encima del objetivo del 3% establecido por las normas europeas.
Un gobierno de minoría impediría a la extrema derecha reducir los impuestos y la edad de jubilación, medidas que agravarían los desequilibrios estructurales. Sin embargo, un parlamento dividido tampoco es el escenario ideal para Francia, que necesita reformas para lograr la estabilidad fiscal.
Los analistas de Jefferies señalan que el panorama fiscal de Francia sigue siendo preocupante y que es probable que el déficit supere el objetivo de la UE incluso dentro de cinco años.
Posibles consecuencias a largo plazo
Independientemente del resultado de la segunda vuelta, la tendencia de la extrema derecha a obtener mejores resultados en cada ciclo electoral preocupa a los expertos.
Donny Kranson, gestor de cartera de Vontobel Quality Growth, señala que la posibilidad de que la extrema derecha controle el gobierno en el futuro podría provocar el resurgimiento de políticas más extremas, como la nacionalización de industrias.
Chris Iggo, jefe de inversiones de Axa IM, se muestra más optimista y cree que la "cohabitación" en Francia, donde el presidente es de un partido diferente al que controla el parlamento, limitará las propuestas más radicales.
Sin embargo, advierte que los diferenciales podrían ampliarse si los mercados perciben que un nuevo gobierno intenta aplicar recortes fiscales o aumentos del gasto que empeoren el déficit público francés.