Francisco Rodríguez d’Achille: \"Las pequeñas y medianas empresas europeas superan a las grandes en rentabilidad\"

Francisco Rodríguez d’Achille, cofundador y director de desarrollo de negocio del sur de Europa y Latam de la gestora independiente Lonvia Capital, es un experto en la industria global de gestión de activos con más de 15 años de experiencia. Rodríguez d’Achille es un firme defensor de la inversión a largo plazo en acciones europeas de pequeña y mediana capitalización, y en esta entrevista explica por qué.

¿Por qué Lonvia Capital está tan especializada en small y mid caps?

"Nacimos como empresa hace casi cinco años, pero nuestro equipo de inversiones lleva más de 25 años analizando el ecosistema de las pequeñas y medianas empresas europeas. Cuando arrancamos, teníamos muy claro cuáles eran las áreas donde podíamos aportar realmente valor en una industria cada vez más competitiva", explica Rodríguez d’Achille.

¿No existen otras formas de invertir a largo plazo?

"Nosotros entendemos por largo plazo confiar en equipos directivos y en modelos empresariales que te dan mucho más valor si estás con ellos muchos años. Siempre hemos ligado la inversión al largo plazo porque en el corto, se trata más de especulación que de inversión. Las empresas en las que invertimos tienen planes para los próximos 10 o 20 años. Nuestras empresas en cartera no buscan dar pelotazos en un año, buscan la rentabilidad para retribuir al accionista durante años", afirma.

¿Cómo se están comportando las empresas de pequeña y mediana capitalización?

"La categoría lleva 18-24 meses un poco fuera del radar de algunos inversores, precisamente por la alta sensibilidad que tiene a los tipos de interés, ya que tiende a sufrir un poco más que las empresas de mayor capitalización. Pero desde este semestre estamos viendo un apetito importante", señala.

¿Qué papel deben jugar las small caps en las carteras?

"Tienen que formar parte de cualquier cartera de inversión porque para la parte de medio-largo plazo no hay ninguna categoría que tenga un binomio rentabilidad/riesgo mejor que esta. Intentamos invertir en empresas de alta calidad, lo que se traduce en márgenes por encima del 25-30% y un crecimiento del beneficio por acción del 15-20% anualizado. No hay muchas empresas en Europa que logren estos ratios, por eso tenemos que ser muy selectivos. Además, pedimos a estas empresas altos niveles de innovación", explica.

¿Por qué añaden ese matiz?

"Para que una empresa pueda generar estos márgenes, mantener barreras de entrada en el tiempo y ventajas competitivas, tiene que invertir mucho en I+D, en digitalización, en atracción de talento y en internacionalización de sus ventas. Estas características son el denominador común de toda nuestra cartera. Buscamos empresas muy resilientes que estén en nichos de mercado en los que nuestra sociedad, estemos en el entorno que estemos, vaya a seguir demandando sus servicios o productos. Esta es una categoría enormemente rentable", afirma Rodríguez d’Achille.

¿De qué rentabilidad hablamos?

"Las pequeñas y medianas empresas europeas superan a las grandes en rentabilidad en un 6% anualizado en 20 años. Esto es una barbaridad. Y en el caso de nuestra cartera, da una rentabilidad anualizada en 15 años de un 13%. Las large caps generalmente crecen más en línea con el mercado, que será un 7,5% o un 8,5%, y el Nasdaq te da un 10-12%. En realidad, nosotros batimos a muchos índices globales en muchos periodos", señala.

¿En qué segmentos las europeas lo hacen mejor que las estadounidenses?

"Si comparas los índices de grandes empresas europeas con las americanas, ahí tenemos poco que arañar. Pero cuando te vas al segmento de small y mid caps, aquí tenemos proveedores de tecnología que superan por mucho a las americanas o asiáticas. Por eso es muy importante para nosotros invertir en empresas que nacieron en Europa, pero que cada vez tienen más exposición global de sus ventas. Por ejemplo, la tecnología médica es un segmento donde Europa es líder global y, además, por mucho. Lo que pasa es que esta tecnología que nosotros producimos se paga mejor en Estados Unidos. Otro ejemplo es la robótica, donde el liderazgo es bestial con respecto a otras regiones. Encuentras empresas europeas que venden en Singapur, Corea del Sur, China o en Estados Unidos que tienen muy pocos competidores a nivel global porque tenemos un expertise muy fuerte. También podemos hablar de inteligencia artificial, de ciberseguridad, de desarrollo de software o de semiconductores, que están tan en boga en las carteras", explica Rodríguez d’Achille.

¿Cómo se plasma ese liderazgo europeo en semiconductores?

"Ahí prácticamente el 90% de la cadena de valor es europea. La manufactura de los semiconductores está en Taiwán, pero el ensamblaje, las máquinas que producen la aleación donde se genera la energía del semiconductor, etc., todo esto viene de Europa", afirma.

¿Algún nombre concreto en esos segmentos?

"En tecnología médica tenemos una empresa sueca que se llama Surgical Science y que desarrolla el software que va dentro de los robots Da Vinci que realizan intervenciones quirúrgicas. En semiconductores, por ejemplo, tienes a la holandesa Besi, que fabrica equipos de ensamblaje, que es una de las fases más delicadas del proceso, y eso hay muy pocas empresas en el mundo que lo hagan. Besi en nuestro fondo está en la segunda o tercera posición. Otra que me gusta mucho es la francesa Soitec, dedicada al desarrollo de una oblea de silicio de carburo dentro del semiconductor capaz de producir mayor energía en un espacio cada vez menor. Eso es importante porque el futuro del semiconductor es ser cada vez más pequeño, pero más potente", explica Rodríguez d’Achille.

¿Qué otras empresas tienen en cartera?

"También te puedo hablar de Fortnox, que le está comiendo la tostada a Salesforce en temas de CRM (Gestión de Relación con los Clientes) para pequeñas empresas. Es capaz de generar un software que lleve la gestión integral de una empresa por solo 16 dólares al mes. En cambio, en Salesforce, que también la tenemos en cartera, pagas alrededor de 250 dólares, dependiendo del número de licencias", afirma.

¿Tienen alguna española?

"Lamentablemente, no. En España hay poca inversión en innovación. Además, aquí se pagan dividendos muy altos porque al inversor le gusta y eso hace que no haya empresas con tantas ventajas competitivas", concluye Rodríguez d’Achille.