Gestión pasiva: una buena solución en un mal momento

La gestión pasiva es una estrategia de inversión que busca replicar el rendimiento de un índice o mercado determinado, en lugar de intentar superarlo. Este tipo de inversión suele ser más barata que la gestión activa, que implica la toma de decisiones de inversión más activas por parte de un gestor de cartera.

Ventajas de la gestión pasiva

  • Costes más bajos: La gestión pasiva generalmente implica costes más bajos en comparación con la gestión activa, ya que no requiere la investigación y el análisis exhaustivos que implica la gestión activa.
  • Diversificación: La gestión pasiva puede proporcionar una mayor diversificación en comparación con la gestión activa, ya que busca replicar un índice o mercado amplio, lo que reduce el riesgo asociado con la inversión en acciones individuales.
  • Simplicidad: La gestión pasiva es relativamente sencilla de entender e implementar, ya que no requiere el mismo nivel de conocimientos y experiencia que la gestión activa.

Desventajas de la gestión pasiva

  • Rendimiento inferior: La gestión pasiva generalmente tiene un rendimiento inferior en comparación con la gestión activa en mercados alcistas, ya que no puede superar el índice o mercado que replica.
  • Falta de flexibilidad: La gestión pasiva no permite que los inversores ajusten sus carteras en función de las condiciones cambiantes del mercado, ya que está vinculada a un índice o mercado determinado.
  • Puede no ser adecuada para todos los inversores: La gestión pasiva puede no ser adecuada para todos los inversores, especialmente para aquellos con objetivos de inversión específicos o un horizonte temporal más corto.

¿Cuándo es adecuada la gestión pasiva?

La gestión pasiva puede ser adecuada para los inversores que buscan una solución de inversión sencilla y de bajo coste, con un horizonte temporal a largo plazo y una tolerancia al riesgo relativamente baja. También puede ser adecuada para los inversores que no tienen el tiempo o los conocimientos para gestionar activamente sus carteras.

¿Cuándo es adecuada la gestión activa?

La gestión activa puede ser adecuada para los inversores que buscan un potencial de rendimiento superior, con un horizonte temporal más corto y una mayor tolerancia al riesgo. También puede ser adecuada para los inversores que tienen objetivos de inversión específicos o que desean un mayor control sobre sus carteras.

Conclusión

La gestión pasiva y activa son dos estrategias de inversión diferentes, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes. La mejor estrategia para un inversor particular dependerá de sus objetivos de inversión, horizonte temporal y tolerancia al riesgo individuales.


Autor: Gustavo Trillo (Consejero delegado de Panza Capital)

Fuente: Cinco Días

Fecha de publicación: 06 de enero de 2025