Iberdrola prevé otro año récord en 2024

La compañía eléctrica registra hasta junio un beneficio neto de 4.134 millones de euros, lo que supone multiplicar por 1,64 las ganancias del mismo periodo de 2023, cuando ya registró ganancias históricas.

Las previsiones de Iberdrola para 2024 apuntan a un crecimiento del beneficio neto de doble dígito, excluyendo cualquier plusvalía por rotación de activos, gracias a las nuevas inversiones en redes, las revisiones de tarifas en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil y a los 1.600 MW renovables en construcción.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha destacado que la compañía está bien posicionada para aprovechar las nuevas oportunidades en todas las áreas de negocio. Según los organismos internacionales, las necesidades globales de inversión en redes se duplicarán hasta 2030, por lo que la compañía ya está cerrando planes de inversión en transporte y distribución en Reino Unido y Estados Unidos para la próxima década.

En este contexto, Iberdrola ha mejorado sus previsiones para 2024, hasta situar el crecimiento del beneficio neto en el doble dígito (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos) desde los 4.803 millones de euros de 2023. Esto se debe principalmente a la aportación de las nuevas inversiones en redes, las revisiones de tarifas en los EEUU, el Reino Unido y Brasil y a los 1.600 MW renovables en construcción.

Iberdrola ha realizado unas inversiones sin precedentes en la primera mitad del año, de 5.276 millones de euros. Se trata de un 16% más que el mismo periodo del año anterior. Gracias a este esfuerzo inversor, el beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 9.614 millones, lo que supone un crecimiento del 27%.

Excluyendo la venta de activos, el ebitda se ha situado en los 7.897 millones de euros, un 9% más que el mismo periodo del año anterior. El crecimiento del beneficio también ha venido impulsado por un aumento de la base de activos de redes y por los nuevos marcos tarifarios en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.

Además, la compañía ha registrado una producción renovable histórica y un crecimiento recurrente de la producción hidráulica a través del almacenamiento, que ha alcanzado los 3.000 GWh en 6 meses en la Península Ibérica (un 25% de la producción hidroeléctrica total), lo que permite una integración óptima de las renovables en el sistema.

Iberdrola redujo un 14% sus ventas en este periodo y logró recortar un 6% su deuda financiera neta con respecto al cierre de 2023, hasta los 45.235 millones de euros.

El grupo focaliza sus esfuerzos en la financiación sostenible con un aumento de 10 puntos básicos en la ratio del flujo de caja respecto a la deuda neta respecto al primer semestre de 2023, hasta el 25%, y obteniendo 4.800 millones de euros de nueva financiación, lo que permite situar la liquidez en los 21.700 millones de euros. De esta forma, Iberdrola podría cubrir 24 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado.

Además, de acuerdo con lo aprobado en la junta general de accionistas, la compañía ha incrementado la remuneración al accionista un 11,4%, hasta los 0,558 euros por acción con cargo a los resultados de 2023.

En este contexto, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha mejorado las previsiones para 2024, hasta situar el crecimiento del beneficio neto en el doble dígito (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos) desde los 4.803 millones de euros de 2023. Esto se debe principalmente a la aportación de las nuevas inversiones en redes, las revisiones de tarifas en los EEUU, el Reino Unido y Brasil y a los 1.600 MW renovables en construcción.

Galán ha destacado que la compañía está bien posicionada para aprovechar las nuevas oportunidades en todas las áreas de negocio. Según los organismos internacionales, las necesidades globales de inversión en redes se duplicarán hasta 2030, por lo que la compañía ya está cerrando planes de inversión en transporte y distribución en Reino Unido y Estados Unidos para la próxima década.

En el actual contexto de mercado, Iberdrola tiene más de 100 millones de kWh de almacenamiento, a los que se unen 20 millones de kWh bajo construcción y 150 millones de KWh para futuros proyectos para captar el valor de las renovables y disminuir la volatilidad de los precios.

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