El anuncio del gobierno de reducir el precio de la tortilla en un 10% ha generado incertidumbre y desconcierto entre los productores de este alimento básico en México. Afirman que no han sido informados sobre cómo se implementará esta medida y destacan la necesidad de estabilizar los costos de producción antes de pensar en una baja de precios.
Incertidumbre entre productores ante plan gubernamental para reducir precio de la tortilla
Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, expresó su desconcierto ante la propuesta del secretario de Agricultura, Julio Berdegué, indicando que no ha habido comunicación entre el gobierno y los productores. "No tengo idea de cómo lo va a hacer para bajar los precios de la tortilla... nos desconcierta porque no sabemos qué va a hacer, qué tiene solucionado", comentó López García.
Estabilizar costos, prioridad para productores
Los productores señalan que la prioridad es estabilizar los costos actuales de producción, que varían significativamente en todo el país. En la Ciudad de México y el Estado de México, el costo promedio de la tortilla es de 22 a 23 pesos por kilo, mientras que en otras regiones puede oscilar entre 24 y 32 pesos por kilo.
- En la Ciudad de México y el Estado de México: 22 a 23 pesos por kilo.
- En otras regiones: 24 a 32 pesos por kilo.
López García enfatizó que el sector enfrenta otros desafíos que no pueden ignorarse, como la inseguridad, las extorsiones y el cobro de derecho de piso, que ponen en riesgo la viabilidad de muchas tortillerías.
Sector empresarial cuestiona medida
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, se mostró en desacuerdo con la idea de bajar los precios de la tortilla mediante un decreto. "Los precios no se pueden manejar por decreto", afirmó, subrayando la necesidad de que la oferta y la demanda regulen el mercado.
Tanto los productores como el sector empresarial coinciden en que reducir el precio de la tortilla será una tarea compleja que depende de factores como la estabilidad de los costos de producción y la seguridad para las empresas. Mientras no se aborden estos problemas, cualquier intento de reducir los precios podría resultar insostenible para el sector.