Inicia la segunda etapa del Túnel de Oriente

La tan esperada segunda etapa del Túnel de Oriente está en marcha. Este importante proyecto de infraestructura comienza oficialmente en agosto de 2024, adelantando su inicio una década respecto a los planes originales. El motivo de este adelanto se debe al incremento significativo del tráfico vehicular que ha superado las proyecciones para 2032, haciendo urgente la ampliación de esta vital vía que conecta Medellín con el Oriente antioqueño.

Detalles del proyecto y avance actual

La segunda etapa del Túnel de Oriente incluye la construcción del segundo túnel Santa Elena y el túnel Seminario 2. Este último, con una longitud de 780 metros, complementará los 8,2 kilómetros del túnel Santa Elena 2, que ya está parcialmente excavado. La fase también abarca 4,5 kilómetros de viaductos y vías a cielo abierto, los cuales mejorarán la conexión entre ambos túneles.

El proyecto, gestionado por la Concesión Túnel Aburrá Oriente y con una inversión total de $1,2 billones, está siendo financiado en su mayoría por capital privado. La obra se desarrollará en varios frentes simultáneamente y se estima que generará más de 2.000 empleos directos e indirectos durante su ejecución, que se extenderá por un período de tres años y medio.

Mauricio Ossa, director de Odinsa Vías, destacó que ya están en marcha los permisos ambientales necesarios y que sólo faltan algunos acuerdos para la adquisición de predios, lo cual no afectará el inicio de las obras. "Estamos planeando iniciar en cuatro o cinco frentes de obra de manera escalonada dentro de los próximos 60 días," afirmó Ossa.

Fases de construcción y detalles técnicos

La primera fase de construcción se concentrará en los 4,5 kilómetros de vías a cielo abierto, que incluirán 1,5 kilómetros de carreteras y 3 kilómetros de puentes y viaductos. La segunda fase abarcará la construcción de 800 metros de vías entre el túnel Santa Elena 2 y la salida en la vía Sajonia, además de 380 metros adicionales hacia la doble calzada que conduce al aeropuerto José María Córdova.

El túnel Santa Elena, que ya estaba parcialmente excavado, requerirá trabajos adicionales como pavimentación, instalación de equipos electromecánicos, y sistemas de drenaje y seguridad. Por su parte, el túnel Seminario 2 requerirá excavación completa, revestimiento y pavimentación.

Beneficios y impacto ambiental

El impacto ambiental de este megaproyecto está siendo cuidadosamente gestionado. Se estima que la obra reducirá en un 42% las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuirá en un 48% los costos operativos de los vehículos al reducir la distancia y las pendientes en el trayecto. Estos beneficios ambientales contribuyen a la certificación Carbono Neutral que ya posee el primer túnel de esta vía.

La obra también está diseñada para mejorar la seguridad vial y la eficiencia en el transporte. La ampliación de la infraestructura vial permitirá una mejor distribución del tráfico y reducirá las congestiones que han surgido debido al aumento del parque automotor.

Financiamiento y aportes del sector privado

El financiamiento de la segunda etapa del Túnel de Oriente se está gestionando principalmente a través de aportes del sector privado, con un 30% del capital proveniente de inversionistas y el 70% restante a través de la banca privada. El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, resaltó la importancia de esta colaboración público-privada para la reactivación económica y el desarrollo de la región.

Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos, comentó sobre la magnitud del proyecto: "Este inicio representa un avance crucial en la mejora de la conectividad entre el Valle de Aburrá y el Oriente antioqueño. Estamos comprometidos con transformar la vida de millones de personas mediante inversiones en infraestructura que también impulsan el empleo y la economía regional."

Con el comienzo de la segunda etapa del Túnel de Oriente, se espera una significativa mejora en la conectividad y movilidad entre Medellín y Rionegro. Este proyecto no solo atiende las necesidades actuales de transporte, sino que también anticipa el crecimiento futuro del tráfico, asegurando que la infraestructura pueda soportar la demanda creciente.

La culminación de esta etapa está prevista para dentro de tres años y medio, y marcará un hito en la historia de las obras públicas en Antioquia, consolidando aún más el papel de la región como un importante nodo de transporte en Colombia.