Promover la integración regional para cerrar la brecha de crecimiento entre Europa y EE.UU.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha propuesto un aumento en la integración regional como una forma de reducir la brecha de crecimiento, productividad e ingresos que ha creado Estados Unidos.

Según el FMI, la integración europea ofrece importantes ganancias de productividad sin explotar. El director del departamento europeo del Fondo, Alfred Kammer, afirma que reducir las barreras internas en un 10% podría aumentar el PIB en un 7%. Un mercado único más sólido y profundo es la respuesta adecuada para fortalecer la resiliencia ante los riesgos de una mayor fragmentación global.

Obstáculos a superar

El informe del FMI identifica varios obstáculos al crecimiento económico europeo. Estos incluyen una baja participación de la fuerza laboral, un envejecimiento de la población y una falta de inversión. El crecimiento de la productividad, que es el factor más importante para mejorar las perspectivas de crecimiento a medio plazo, también es lento.

El FMI señala que los obstáculos a la circulación de factores, como el capital y la mano de obra, siguen siendo altos y su eliminación podría generar beneficios significativos. También ve ganancias notables de productividad sin explotar a través del comercio.

Recomendaciones del FMI

El FMI recomienda una serie de medidas para promover la integración europea y abordar los obstáculos al crecimiento.

El FMI subraya que la formulación de un ambicioso conjunto de reformas que fomenten el crecimiento debería ser una prioridad clave de la nueva Comisión de la UE.

Aterrizaje suave para la economía europea

El FMI considera probable que la economía europea logre un aterrizaje suave, con un retorno de la inflación al objetivo con un coste económico moderado en términos de crecimiento. El organismo reconoce que Europa lo ha hecho bien en un contexto turbulento y que el aterrizaje suave de las economías del continente está al alcance de la mano.

Sin embargo, el FMI advierte de que el aterrizaje suave no está garantizado y que será fundamental acertar con la combinación de políticas macroeconómicas. En las economías europeas avanzadas, la relajación de la política monetaria debe ajustarse a la evolución de la situación, es decir, no debe ser ni demasiado rápida ni demasiado lenta.

En toda Europa, el ritmo del ajuste fiscal también debe acelerarse. El FMI reconoce que algunas de las reformas propuestas pueden encontrar resistencia, pero argumenta que son necesarias para superar los obstáculos al crecimiento y garantizar un futuro próspero para Europa.