Las altas temperaturas del agua en las bahías del Delta del Ebro están acabando con las crías de mejillón a causa del cambio climático. En 2022, los productores perdieron todas las crías y este 2023 la mortandad ha alcanzado el 80%. Ante esta situación, los productores se han visto obligados a depender de las compras en países como Italia y Grecia.

Una alianza entre la Costa Brava y el Delta del Ebro para revertir la dependencia

Con el objetivo de revertir esta dependencia, se ha puesto en marcha una alianza entre la Costa Brava y el Delta del Ebro. Este año, se ha iniciado el cultivo de mejillón en Roses, donde las aguas más frías permiten una buena captación, aunque la falta de nutrientes no favorece su engorde. Una vez que los mejillones alcanzan el tamaño adecuado, se transportan al Delta, donde se desarrollan y se comercializan. "Es un proyecto de país que bien podría ser el embrión de una futura Denominación de Origen Mejillón Catalán, kilómetro 0", apunta el presidente de las Cofradías de Cataluña, Antoni Abad.

El Delta del Ebro y sus productores de mejillón

El Delta del Ebro cuenta con 36 productores con concesiones administrativas para 164 bateas, de las cuales 90 se encuentran en la bahía dels Alfacs (Rápita) y 74 en la del Fangar (Ampolla). La comercialización de este molusco representa para ellos 7 millones de euros anuales. El sector, que tiene una demanda anual de 1.500 toneladas de cría de mejillón, ha comercializado 3.000 toneladas este año. Ante los episodios de mortalidad de las crías captadas en las propias bahías, donde las temperaturas del agua han alcanzado los 30 grados, los productores se han visto obligados a buscar alternativas para abastecerse.

La primera prueba piloto y el anuncio de nuevas instalaciones

La primera prueba piloto se realizó en 2022 con cría procedente de piscifactorías de l'Ametlla de Mar. Los resultados fueron positivos, pero insuficientes. Por ello, Acción Climática, que está colaborando con la Federación de Productores de Moluscos Delta del Ebro (Fepromodel), ha anunciado la concesión de 4 millones de metros cúbicos para la instalación de "long-lines", un sistema de cultivo de moluscos vibalvos en mar abierto. Estas instalaciones, que se ubicarán entre l'Ampolla y l'Ametlla, permitirán asegurar 2.000 toneladas de semilla de mejillón. Se prevé que los trámites concluyan en 2025, lo que permitirá iniciar la construcción de las instalaciones para el cultivo de esta especie lo antes posible.

El cultivo de mejillón en Roses y la alianza con el Delta

Mientras el Delta lucha por la supervivencia de su producción, en Roses, donde la cofradía de pescadores ya gestiona una granja de lubinas y doradas, la necesidad de ingresos les ha llevado a intentar producir mejillones. Al observar la gran cantidad de cría que captaban, decidieron aprovechar la infraestructura y las aguas de las instalaciones existentes, idóneas para este cultivo. "Pero vimos que la concha crecía y la carne no, y no era viable", explica Abad. Tras comentar esta situación con un pescador del Delta, el presidente de Fepromodel, Alvaro Acero, se desplazó a Roses para comprobar el comportamiento del mejillón. Pronto se dieron cuenta de que la mejor opción era una alianza. Unificar esfuerzos permitiría a Roses obtener ingresos de la venta de crías a los acuicultores del Delta, quienes, a su vez, las obtendrían sin necesidad de salir de Cataluña, lo que supondría un ahorro en los costes de producción de entre el 40% y el 60%.

El proceso de producción y las expectativas

En Roses, donde la Generalitat ha concedido 80 líneas, actualmente solo están activas 10 a unos 10 metros de profundidad. En condiciones normales, estas líneas producen unas 70 toneladas de crías. Los acuicultores del Delta esperan obtener 1.500 toneladas, de las cuales un millar procederán de Roses y el resto de l'Ametlla. El proceso de producción es sencillo: la captación de las crías se realiza en Roses durante los meses de abril y mayo, cuando el mejillón desova. Las crías permanecen en Roses hasta septiembre, momento en el que se trasladan gradualmente en camiones frigoríficos al Delta. Una vez allí, se colocan en las bateas para su desarrollo, que aprovecha los abundantes nutrientes procedentes de los arrozales. Entre mayo y julio del año siguiente, los mejillones están listos para su comercialización.

El futuro del mejillón en Roses y el Delta

"Hace años conseguíamos mantenerlos hasta septiembre, pero debido al aumento de la temperatura del agua ya no es posible", explica Acero, quien asegura que "la cría que se bajó de prueba tuvo una buena evolución, con un crecimiento óptimo. Es una muy buena noticia". El presidente de los acuicultores del Delta confía en que "la próxima campaña será buena y podremos llegar a vender 3.500 toneladas de mejillón". Abad no pierde la esperanza de que "algún día se pueda comercializar mejillón de la bahía de Roses".