España, entre los países con mayor brecha de ingresos entre regiones

La pandemia y la crisis inflacionaria provocan una de las progresiones de los ingresos reales de las familias más dispares del mundo, según la OCDE.

La inflación dispara la brecha de ingresos entre regiones en España

España es la segunda economía avanzada donde más ha crecido la brecha de renta entre regiones en los últimos años, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En España, la diferencia entre las comunidades autónomas con mayores y menores ingresos creció más de cinco puntos porcentuales entre 2019 y 2022, un periodo marcado por la pandemia y la crisis inflacionaria.

Este aumento de la brecha es significativamente superior al promedio de la OCDE, que se situó en 3,6 puntos porcentuales, y solo es comparable con la de Estados Unidos y Canadá.

El informe indica que esta mayor dispersión de los ingresos se debe en gran medida al impacto desigual de la inflación en las distintas regiones.

En los territorios donde la inflación ha sido más alta, las familias han perdido más poder adquisitivo, lo que ha ensanchado la brecha entre ricos y pobres.

Otras desigualdades en España

Además de la brecha de ingresos entre regiones, el informe de la OCDE también destaca otras desigualdades en España.

Así, Canarias es la comunidad autónoma con mayor desigualdad de renta, mientras que Aragón tiene la menor.

En cuanto al acceso a la vivienda, Baleares es la comunidad donde es más difícil encontrar una vivienda asequible.

El informe también señala que la tasa de empleo femenino en España sigue siendo inferior a la de los hombres, y que las mujeres tienen un mayor riesgo de caer en la pobreza relativa.

Retos para España

El informe de la OCDE pone de manifiesto los retos que enfrenta España en materia de desigualdad y cohesión territorial.

Para abordarlos, el organismo recomienda medidas como:

  1. Invertir en educación y formación para mejorar las oportunidades laborales de todos los ciudadanos.
  2. Promover la creación de empleo en las regiones más desfavorecidas.
  3. Adoptar medidas para reducir la inflación y proteger a las familias más vulnerables.

Solo así podrá España reducir las desigualdades y garantizar un desarrollo económico más justo y equilibrado.