La industria de comida rápida se encuentra en un momento de incertidumbre ante la caída en la demanda de papas fritas, un síntoma de cambios en los hábitos de consumo y presiones económicas.
El desplome de Lamb Weston
La crisis se hizo evidente con el desplome de las acciones de Lamb Weston, uno de los principales distribuidores de papas fritas congeladas del mundo. La empresa registró una caída del 28% en el cuarto trimestre, lo que refleja una menor demanda por parte de los restaurantes.
Tom Werner, consejero delegado de Lamb Weston, atribuye esta disminución a un cambio en el comportamiento del consumidor. "Los restaurantes están experimentando un menor flujo de clientes debido al aumento de los precios, lo que ha llevado a una desaceleración en la demanda de papas fritas congeladas", explicó Werner.
Las cifras de Lamb Weston hablan por sí solas: en lo que va de año, la empresa ha perdido casi la mitad de su valor en bolsa. La compañía prevé un crecimiento de los ingresos entre 6.600 y 6.800 millones de dólares para 2025, pero las estimaciones se han visto afectadas por las decepcionantes guías financieras para el cuarto trimestre.
El impacto en el sector
La caída de Lamb Weston ha arrastrado consigo a otras empresas de comida rápida. El índice S&P 1500 Restaurant Index, que agrupa a las 20 mayores compañías del sector en Norteamérica, ha registrado una caída del 9% en lo que va de año.
Las empresas más afectadas son aquellas que incluyen papas fritas en sus menús, como Papa John's (-47%), Jack in the Box (-33%), Dine Brands (-32%) y Wendy's (-14%).
La comida rápida se utiliza como indicador del poder adquisitivo y del enfriamiento del consumo. Cuando las papas fritas se acumulan en los almacenes, significa que las familias tienen menos dinero disponible para gastar en ocio y salir a comer fuera.
Medidas para afrontar la crisis
Lamb Weston está adoptando medidas para adaptarse a la nueva realidad del mercado. Werner anunció "ajustes operativos a corto plazo" que incluyen la revitalización del crecimiento del volumen, inversiones en apoyo comercial y medidas decisivas sobre los costes.
El índice Big Mac
La revista The Economist publica anualmente su popular índice Big Mac, que compara el precio de las famosas hamburguesas de McDonald's en 70 países del mundo. El índice indica que si el precio de la Big Mac es más alto que en Estados Unidos, la moneda local está sobrevalorada.
En la última edición, el precio de la Big Mac en la zona euro era un 3,1% más alto que en Estados Unidos, lo que sugiere que la divisa europea está ligeramente sobrevalorada.