La CAPECA apunta contra el Sindicato Único de Estibadores Portuarios Patagónicos por extorsiones

Maersk abandona Puerto Deseado

La última de estas medidas consistió en dejar un buque mercante a mitad de descarga e impedir que subiera carga exportable. Esta situación llevó a la empresa de logística Maersk a decidir soltar amarras y retirarse de Puerto Deseado. Esto provoca graves daños al comercio exterior, sobre todo en un contexto internacional en el que escasean los contenedores y las frecuencias interesadas en sumar rutas al Cono Sur.

Pérdidas económicas y retrasos

Las consecuencias económicas de esta situación son considerables. Por ejemplo, Ivan Mauri, gerente de Pesquera Santa Cruz (Grupo Iberconsa), informó que no se cargaron ninguno de los 89 contenedores previstos, de los cuales 21 pertenecían a su empresa. De los 140 equipos vacíos, solo se pudieron descargar 64. Esto dificulta las operaciones, ya que no hay contenedores para consolidar la mercancía en el puerto.

Eduardo Viera, gerente general de Viera Argentina, también describió el impacto en su empresa. Tenía exportaciones por valor de 1.100.000 dólares, entre langostinos y calamares. Al no poder cargar la mercancía, los cobros de sus clientes se retrasaron al menos veinte días. Y si no entra pronto un nuevo barco, el retraso será aún mayor. Dejar la mercancía retenida en el puerto cuesta 61 dólares por contenedor y día.

El futuro de Puerto Deseado en juego

Además de las pérdidas económicas, esta situación está dañando la reputación de Puerto Deseado como destino logístico. Las continuas interrupciones están haciendo que los clientes pierdan confianza en hacer negocios con las empresas de la zona. También existe el riesgo de que Puerto Deseado pierda la única línea que opera actualmente, Maersk, lo que sería un duro golpe para la economía local.

La CAPECA pide medidas

Ante esta situación, la CAPECA ha hecho un llamamiento a las autoridades para que tomen medidas. El sindicato está en conciliación obligatoria desde el 8 de noviembre, pero no la ha respetado. La CAPECA considera que el gobierno debería tomar medidas legales para garantizar que se cumplan las normas mínimas de convivencia y respeto a la ley.

La CAPECA también ha pedido a los estibadores que actúen con sentido común y pongan los intereses del país por delante de sus propios intereses. La actividad portuaria es esencial para la economía argentina y no puede seguir siendo rehén de las extorsiones sindicales.