La CNMC analiza el proyecto de financiación de productos sanitarios
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está revisando el proyecto de Real Decreto que regula el proceso de financiación de los productos sanitarios a cargo del Sistema Nacional de Salud (SNS) para pacientes no hospitalizados y que establece los márgenes para su distribución y dispensación.
Esta es la tercera vez que la CNMC analiza la financiación de los productos sanitarios, aunque los proyectos anteriores no fueron aprobados. En el último análisis, el organismo cuestiona el excesivo intervencionismo público.
El objetivo de la norma es actualizar el régimen jurídico de los productos sanitarios y cumplir con el mandato legal sobre el procedimiento de financiación y fijación de precios de estos productos. Además, se busca establecer las cuantías económicas que corresponden por distribuir y dispensar estos productos cuando están incluidos en la prestación farmacéutica del SNS y dispensados a través de receta médica u orden de dispensación oficial.
Recomendaciones de la CNMC
La CNMC considera que, al tratarse de una normativa de desarrollo, el proyecto tiene un margen de maniobra limitado respecto al marco regulatorio vigente. Sin embargo, ha identificado mejoras en varios aspectos del marco actual, como:
- Equiparación automática del régimen de financiación y márgenes de medicamentos y productos sanitarios.
- Sistema completamente intervenido de márgenes para distribuidores y dispensadores.
- Exclusividad de venta en farmacias y ciertas restricciones aplicables a las oficinas de farmacia.
Respecto al texto normativo, la CNMC recomienda una mayor concreción de los criterios para incluir un producto sanitario en la prestación farmacéutica del SNS y para fijar los precios máximos industriales.
Esto haría que el proceso fuera más transparente, proporcionaría mayor seguridad jurídica a los operadores y mejoraría la justificación de la estructura y las cifras concretas de márgenes de distribución y dispensación.
Estos márgenes podrían establecerse como topes máximos, permitiendo a distribuidores y farmacias aplicar precios inferiores.