La dilación en la reducción de la jornada de trabajo lastra la negociación salarial, según CC OO

Unai Sordo afirma que las patronales se niegan a negociar, a pesar de la proximidad del fin de algunos convenios, al no tener claro cuál será la jornada ordinaria el próximo año y el siguiente.

El PSOE y Sumar se han comprometido a reducir la jornada laboral a 38 horas y media en 2024 y a 37 horas y media en 2025. Sin embargo, la negociación, iniciada en enero, sigue abierta. Los representantes de los trabajadores y los empresarios aún no saben cuál será la jornada ordinaria a partir del 1 de enero del año que viene, ni en qué condiciones de compensación, ni con qué criterios de flexibilidad.

Esta situación está lastrando la negociación entre ambas partes, mesa por mesa, en las miles de empresas de España, según ha denunciado este miércoles el líder de CC OO, Unai Sordo. "La gente trabajadora necesita saber cuál va a ser su jornada laboral el año que viene", ha dicho Sordo, que ha añadido: "Empieza a ser un lastre para la propia negociación de los convenios colectivos. Ya estamos terminando el mes de octubre, queda noviembre y diciembre. Ya estamos en periodo de denuncia de convenios colectivos [cuando, antes del vencimiento, empieza la renegociación] y hay una coartada en las organizaciones empresariales, hasta cierto punto lógica, a la hora de decir: es difícil abordar la negociación de un convenio cuando no tengo seguro a ciencia cierta cuál va a ser la jornada laboral el año que viene o el año siguiente".

En esas conversaciones se tratan muchos temas que afectan a las condiciones de los trabajadores, pero el central es el salario.

Este es un escenario que viene anticipando la patronal y que verbalizó Garamendi en una entrevista con este periódico: "Si nos recortan la jornada va a haber muchos convenios que se paralicen. Yo creo que es evidente". "Esto ya urge", ha añadido.

Hace tiempo que Sordo, al igual que el líder ugetista Pepe Álvarez, insiste en que la negociación "no da más de sí", que apenas hay opciones de pacto con la CEOE. "Soy muy escéptico sobre la posibilidad de una acuerdo tripartito porque la posición de CEOE es inamovible. Desde al menos tres reuniones es de puro obstruccionismo", ha agregado Sordo.

Cree que la insistencia patronal, tanto hoy como en enero, de que la reducción de jornada se debe abordar solo en la negociación colectiva (convenio a convenio), es la mejor muestra de que no hay voluntad de cambio: "Ni siquiera se han puesto. No estamos ya para tertulias".

En distintas fases, el Ministerio de Trabajo sugirió metas de finalización para poder cumplir con el programa de gobierno: primero antes de las vacaciones veraniegas y después apuntaron a septiembre.

Justo ese era el límite que también ponían los sindicatos, de ahí que entonces empezaran a protestar ante las sedes de la CEOE. El ministerio accedió a dilatar los plazos porque, según ha dicho la propia ministra Yolanda Díaz, ve a la patronal más cerca de un posible acuerdo. "Jamás doy un plazo y menos en una mesa de diálogo social. Me lo tomo muy en serio y no doy carpetazos en el mismo. Tengo una paciencia infinita", dijo la vicepresidenta segunda el 8 de octubre.

A la vez, dijo que cumplirá los plazos que marca el pacto de Gobierno, y anunció que recurrirá al trámite parlamentario por vía de urgencia para acelerar el proceso.

La clave en esa fase se situará en Junts y el PP, que aún no han especificado su posición al respecto, pero fuentes de la negociación ven muy difícil que participen si la patronal no apoya el acuerdo. El PNV venía mostrando una posición favorable, que incluso cristalizó con el voto favorable en febrero a una propuesta de Sumar que instaba al Gobierno a reducir la jornada. Este martes empezó el día diciendo que "en principio" apoyaría el recorte y al final precisó que condicionaba el apoyo a un acuerdo del diálogo social.

Este lunes Díaz pisó el acelerador: "Estamos en el trámite final de la negociación de la mesa de diálogo social. El Ministerio de Trabajo lo está dando todo porque somos conscientes de que hay posibilidad de alcanzar un acuerdo. Ahora sí, ya vamos a reducir la jornada laboral y lo que tenemos que saber es si la patronal española da una respuesta a la nueva propuesta que hace el ministerio [ayudas directas a las pequeñas empresas de menos de cinco trabajadores, como adelantó este periódico, que se suman a las bonificaciones por contrataciones]. La patronal tiene que decidir si se coloca del lado de los intereses de las pequeñas empresas o hace otra cosa, como ya hizo en el salario mínimo".

El 29 de octubre se celebra una nueva reunión, a la que acudirán de nuevo los representantes del Ministerio de Trabajo, de los trabajadores y de los empresarios.