El PIB español crece un 0,7% en el primer trimestre, impulsado por el turismo y las exportaciones
La economía española ha vuelto a demostrar su resistencia, creciendo un 0,7% en el primer trimestre de 2024, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este crecimiento se suma al del trimestre anterior, con lo que el PIB encadena dos trimestres consecutivos con la misma tasa, a pesar del complicado contexto exterior y la polarización política interna.
El crecimiento ha sido generalizado en todas las ramas de actividad, destacando la industria manufacturera, con un incremento del 2,2%. También ha repuntado la inversión, que había venido experimentando una notable debilidad, con un crecimiento del 1,3% respecto al trimestre anterior y del 1,1% en términos interanuales. La mejora ha sido especialmente significativa en la parte de vivienda y bienes de equipo, con un crecimiento del 3,7% y del 3%, respectivamente.
Uno de los factores que ha impulsado el crecimiento ha sido el turismo, con un aumento del gasto extranjero del 25% en enero y febrero rispetto al mismo periodo de 2023. Los visitantes internacionales han aportado a la economía casi 13.300 millones de euros. A esto hay que sumar el consumo de los hogares, que ha seguido creciendo en línea con el mercado laboral y el nivel de renta.
En cuanto a la inversión, aunque se ha recuperado trimestralmente, sigue estando por debajo de las tasas registradas en los países vecinos. Los analistas esperan que el crecimiento económico se mantenga en los próximos meses gracias a la recuperación de la eurozona, la caída de la inflación y los recortes de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.
El empleo crece a pesar del aumento del paro
El mercado laboral español ha mostrado una tendencia positiva, con un aumento del empleo de 616.000 personas respecto al primer trimestre del año anterior. Sin embargo, la tasa de paro ha aumentado medio punto porcentual hasta el 12,29%, la peor evolución desde la pandemia. A pesar de ello, el número de personas empleadas es el más alto en un arranque de año.
El incremento de la población extranjera también ha contribuido al crecimiento del consumo privado, ya que supone más demanda añadida. España se ha convertido en uno de los países europeos con mayor incidencia de inmigración extranjera, incluso por encima de Alemania.