La economía española se desacelera ligeramente, pero supera a las grandes potencias

La Comisión Europea ha publicado sus previsiones económicas de primavera, que pronostican una ligera desaceleración del crecimiento económico español. Se espera que el PIB crezca un 2,1% este año y un 1,9% en 2025, frente al 2,5% registrado el año pasado.

Esta revisión al alza de cuatro décimas respecto a las previsiones anteriores de febrero contrasta con una revisión a la baja de una décima para 2025, que antes se estimaba en el 2%. El Ejecutivo comunitario se muestra incluso más optimista que el Gobierno español, que prevé un crecimiento del 2% este año y del 1,9% en 2025.

Consumo interno, motor de la economía

La demanda interna seguirá siendo el principal motor de la actividad económica en España, impulsada por un consumo privado sostenido gracias a la creación de empleo y a la paulatina reducción de la tasa de ahorro de los hogares.

Además, se prevé una mejora de la inversión en 2024 debido a la aceleración de los fondos europeos Next Generation y a la bajada de los tipos de interés, que el Banco Central Europeo (BCE) iniciará en junio.

Exportaciones limitadas por la debilidad económica de los socios comerciales

Sin embargo, la débil situación económica de los principales socios comerciales de España limitará el dinamismo de las exportaciones y su contribución al crecimiento de la demanda externa. Esta circunstancia se produce a pesar de la evolución positiva esperada en la actividad turística y la exportación de servicios no turísticos.

España crecerá este año más del doble que la media de la eurozona (0,8%) y del conjunto de la Unión Europea (1%), y superará ampliamente a otras grandes potencias comunitarias como Alemania (0,1%), Francia (0,7%) e Italia (0,9%).

Posibles riesgos y sorpresas positivas

Estas buenas perspectivas para la economía española podrían verse frustradas en parte si la evolución de los socios comerciales es peor de lo previsto. También podría verse afectado el crecimiento si el sector privado extrema las cautelas en inversión y se enfoca en el desendeudamiento.

Por el contrario, se podría producir una sorpresa positiva si las empresas normalizan sus niveles de inversión y los hogares utilizan sus altos niveles de ahorro para impulsar la demanda interna.

Desempleo aún elevado y previsiones pesimistas

A pesar de la sólida actividad económica y el dinamismo del mercado laboral, Bruselas prevé que la tasa de paro apenas se reducirá del 12,1% en 2023 al 11,6% en 2024 y al 11,1% en 2025. Esta evolución es más pesimista que la estimada por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que cifra la tasa en el 11,2% este año y en el 10,7% en 2025.

Como resultado, España seguirá liderando la tasa de paro en la Unión Europea tanto este año como en 2025, con una tasa que prácticamente duplica la media comunitaria.

Inflación en descenso, pero por encima de la media europea

Tras la fuerte recuperación del poder adquisitivo de los hogares el año pasado, se prevé que el crecimiento salarial nominal se modere en 2024 y 2025, aunque se mantendrá ligeramente por encima de la inflación.

En cuanto a los precios, Bruselas estima que el IPC apenas bajará del 3,4% de media en 2023 al 3,1% este año. La retirada de la mayoría de las medidas del Gobierno para mitigar el impacto de los altos precios energéticos ejercerá una presión alcista sobre la inflación, según el informe. En 2025, el índice de precios de consumo se reducirá al 2,3%.

En cualquier caso, España registrará una inflación más alta que la media de la eurozona tanto este año (2,5%) como el siguiente (2,1%), lo que se traduce en una pérdida de competitividad.

Déficit y deuda pública

La Comisión Europea confía en el compromiso del Gobierno de reducir el déficit público del 3,6% en 2023 al 3% este año, el límite establecido por el Pacto de Estabilidad. Esta buena evolución se explica por la supresión de casi todas las ayudas energéticas (que se quedan en apenas el 0,2% del PIB tras un recorte de 0,7 puntos porcentuales).

Además, el Ejecutivo comunitario prevé una buena evolución de la recaudación tributaria gracias a la creación de empleo y al aumento de salarios y pensiones. También se recuperarán los ingresos por impuestos indirectos precisamente por la eliminación de las bonificaciones fiscales energéticas.

Si no se adoptan más ajustes fiscales, el déficit público se reducirá de forma más moderada en 2025 hasta el 2,8%, gracias a la eliminación de las últimas ayudas energéticas. Sin embargo, este ahorro se verá contrarrestado en parte por el mayor gasto en consumo intermedio, intereses y ayudas sociales.

La ratio de deuda pública bajó significativamente 3,9 puntos porcentuales en 2023 hasta situarse en el 107,7%, gracias al fuerte crecimiento del PIB y la reducción del déficit primario.

Sin embargo, la reducción de la deuda será mucho más lenta en los próximos años, hasta el 105,5% en 2024 y el 104,8% en 2025. España volverá a situarse este año como el cuarto país más endeudado de la UE.

Reacciones positivas del Gobierno

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha celebrado las mejores perspectivas económicas de Bruselas frente a los "mensajes catastrofistas". "Ese elemento de 'dato mata relato' es para nosotros muy importante", ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación.

Las previsiones de la Comisión Europea suponen "un mensaje adicional de confianza sobre la buena marcha y las buenas perspectivas de nuestra economía", ha dicho. El ministro de Economía también ha aplaudido el "espaldarazo" de Bruselas al objetivo de déficit del 3% para 2024 del Gobierno, un elemento "muy importante", según Cuerpo.