La economía informal crece y bate récords en México

La economía informal en México continúa creciendo, alcanzando un nuevo récord de participación en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2023, el sector informal representó el 24,8% del PIB, un aumento del 0,4 % respecto al año anterior.

Este crecimiento refleja tanto una expansión de la actividad económica en sectores no regulados como una creciente vulnerabilidad de los trabajadores que carecen de derechos laborales básicos. Si bien la informalidad contribuye significativamente al PIB, plantea retos para el desarrollo económico y social del país, ya que está vinculada a la precarización del empleo y a la desigualdad en las condiciones laborales.

Desglose de la economía informal

El sector informal se divide en dos categorías principales:

  • Sector informal: Formado principalmente por microempresas que operan sin los registros legales necesarios, y que contribuyó con el 13,8% del PIB.
  • Otras modalidades de informalidad: Incluyen actividades como la agricultura, el servicio doméstico remunerado y el trabajo no protegido legalmente dentro de unidades económicas formales, y que aportaron el 11,0% al PIB.

La población ocupada en la informalidad generó el 55,0% del PIB informal, mientras que el sector formal contribuyó con el 75,2% del PIB total. Es decir, por cada 100 pesos generados en el PIB, los trabajadores formales aportaron 75 pesos, mientras que los informales aportaron 25 pesos.

Distribución sectorial

Entre los sectores que mostraron un aumento en su participación debido a la informalidad destacan:

  • Construcción
  • Comercio al por menor
  • Servicios personales
  • Transporte

Por otro lado, sectores como las industrias manufactureras y el comercio al por mayor vieron una ligera disminución en su participación.

Impacto social

La informalidad laboral afecta a los trabajadores que no cuentan con un vínculo laboral reconocido, lo que les impide acceder a derechos fundamentales como pensiones, servicios de salud, jornadas laborales reguladas, vacaciones y liquidaciones legales. Este tipo de empleo, generalmente asociado a menores ingresos, está vinculado a los niveles de pobreza laboral en diversas regiones del país.

Estados como Oaxaca y Guerrero destacan no solo por tener altos índices de pobreza laboral, sino también por contar con las tasas más altas de trabajadores en la informalidad.

Conclusión

El crecimiento de la economía informal es un reflejo de los esfuerzos de los mexicanos por ganarse la vida en un entorno económico difícil. Sin embargo, también plantea desafíos importantes para el desarrollo económico y social del país. Abordar la informalidad requiere políticas integrales que promuevan la formalización del empleo, mejoren la protección de los trabajadores y reduzcan las desigualdades en las condiciones laborales.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)