La economía mundial ha resistido mejor de lo esperado

Los temores de una recesión global se han disipado, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que está a punto de revisar al alza sus previsiones de crecimiento para este año. El organismo multilateral destaca el papel de Estados Unidos en este escenario, así como la resiliencia de los mercados laborales y el aumento de la oferta de mano de obra gracias a la inmigración.

Perspectivas más optimistas

En su discurso de apertura de las reuniones de primavera del FMI, la directora gerente Kristalina Georgieva señaló que el crecimiento mundial será ligeramente mayor de lo previsto, gracias a la solidez de la actividad en Estados Unidos y en muchas economías emergentes. Esta mejora se atribuye a la resistencia del consumo de los hogares, la inversión empresarial y la atenuación de los problemas de la cadena de suministro. Además, la inflación está disminuyendo más rápido de lo previsto.

Factores de resiliencia

Georgieva atribuye la resistencia de la economía mundial a los sólidos fundamentos macroeconómicos previos, respaldados por mercados laborales fuertes y una creciente fuerza laboral. La inmigración ha contribuido a esta fortaleza, especialmente en países con poblaciones envejecidas.

Preocupaciones persistentes

Si bien el panorama económico parece menos sombrío, Georgieva advierte que aún existen motivos de preocupación. El entorno global se ha vuelto más desafiante, con tensiones geopolíticas que aumentan los riesgos de fragmentación de la economía mundial. Además, la inflación no está completamente controlada, las reservas fiscales se han agotado y la deuda ha aumentado.

Llamado a la prudencia

La directora del FMI insta a los países a aprovechar las perspectivas de un aterrizaje suave y los sólidos mercados laborales para actuar en materia de consolidación fiscal y crear colchones para futuras perturbaciones. También destaca la importancia de las políticas que revitalicen el crecimiento, con reformas que aumenten la productividad y la cooperación internacional en un momento de creciente fragmentación económica y política.

Perspectivas a mediano plazo

El FMI espera que la inflación continúe su tendencia a la baja en 2024, lo que permitirá a los principales bancos centrales comenzar a recortar las tasas de interés en la segunda mitad del año. Sin embargo, Georgieva advierte que un ajuste prematuro podría provocar nuevas sorpresas inflacionistas, mientras que un retraso excesivo podría frenar la actividad económica. Las previsiones de crecimiento mundial a mediano plazo se mantienen por debajo de su media histórica, justo por encima del 3%. Si no se corrige el rumbo, advierte Georgieva, nos dirigimos hacia "los tibios años veinte", una década de crecimiento lento y decepcionante.