Las 3000 familias más ricas del mundo controlan el 13% del PIB global

Año tras año se amplía la brecha entre ricos y pobres en el mundo. Según un informe de Oxfam, en la actualidad, 3000 familias concentran el 13% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, acumulando una riqueza combinada de aproximadamente 14 billones de dólares. Este dato contrasta con el 3% del PIB que estas mismas familias poseían en 1987, lo que representa un crecimiento de 10 puntos en cuatro décadas.

Políticas económicas a favor de los ricos

El informe de Oxfam sostiene que esta concentración de riqueza es resultado de políticas económicas globales diseñadas para favorecer a los más ricos. Entre 1980 y 1990, los gobiernos adoptaron medidas neoliberales que priorizaron el crecimiento privado sobre el bienestar social. Este desequilibrio ha llevado a que, en la actualidad, el 80% de las familias posean menos de un tercio de la riqueza total.

Vínculos entre la élite económica y el poder corporativo

Esta élite económica está estrechamente vinculada al poder corporativo, lo que ha resultado en una disminución en el número de empresas que dominan mercados clave en sectores como la farmacéutica, la agricultura y la tecnología. Por ejemplo, dos compañías controlan actualmente el 40% del mercado mundial de semillas, mientras que tres gigantes tecnológicos poseen el 75% de los ingresos publicitarios. Además, el 10% de las empresas más grandes de Estados Unidos poseen el 95% de las ganancias corporativas después de impuestos.

Evasión fiscal y otros problemas económicos

El monopolio ha dado lugar a otros problemas económicos, incluida la evasión fiscal. Mientras los países del sur luchan por financiar servicios públicos esenciales como la educación y la salud, las familias más ricas del mundo buscan formas de minimizar sus impuestos mediante el traslado de su dinero a paraísos fiscales y el aprovechamiento de vacíos legales. Esta fuga de capitales representa miles de millones de dólares que las regiones en desarrollo podrían invertir en mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. Según estimaciones conservadoras, el abuso fiscal por parte de multimillonarios y corporaciones le cuesta a los países de bajos ingresos aproximadamente 47.000 millones de dólares anuales.

Influencia en las reformas fiscales globales

El poder adquirido por los detentores del poder económico les ha permitido influir en los esfuerzos de los organismos internacionales para implementar reformas fiscales globales. Por ejemplo, el Marco Inclusivo sobre la Erosión de Bases Imponibles y el Traslado de Beneficios (BEPS), promovido por la OCDE en 2021 para establecer un impuesto mínimo internacional para las grandes empresas, no fue lo suficientemente ambicioso, según Oxfam, para abordar de manera efectiva la evasión fiscal, lo que ha permitido a las multinacionales continuar trasladando sus ganancias a jurisdicciones con baja imposición.

Implicaciones en el cambio climático

El poder de estas familias no se limita a las finanzas. Sus decisiones también tienen un impacto significativo en el cambio climático. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26), más de 500 lobistas de combustibles fósiles estuvieron presentes, superando la representación conjunta de los ocho países más afectados por la crisis climática. Además, en la reunión de 2022, una cuarta parte de los delegados más ricos habían amasado sus fortunas en industrias como la petroquímica, la minería y la producción de carne de res.

El 1% más rico de la población mundial, que incluye a estas 3000 familias, es responsable de mayores emisiones de dióxido de carbono que los dos tercios más pobres del planeta, emitiendo aproximadamente tres millones de toneladas cada año.

Propiedad intelectual y la industria farmacéutica

El poder de estas familias también se extiende a la legislación internacional sobre propiedad intelectual. Durante la pandemia de COVID-19, las compañías farmacéuticas gastaron millones en cabildeo para mantener los derechos sobre las vacunas. Esto contribuyó a una distribución desigual de vacunas, donde los países ricos acapararon las dosis mientras impedían que otros productores las fabricaran y aumentaran el suministro para los países de menores ingresos.

Implicaciones para los países en desarrollo

Mientras una minoría ha acumulado riqueza y poder, el impacto de la pandemia y las crisis geopolíticas ha aumentado las dificultades presupuestarias en muchas economías en desarrollo. Algunos países gastan hasta el 40% de sus presupuestos anuales en el servicio de la deuda, superando con creces lo que invierten en educación, salud y protección social. Además, estos países dependen de nuevos préstamos para pagar los anteriores, quedando atrapados en un ciclo interminable de deuda impulsado por prestamistas privados que cobran intereses volátiles y desproporcionados.

Conclusión

La concentración de riqueza en manos de unas pocas familias ricas tiene graves implicaciones para la sociedad global. Conduce a una desigualdad creciente, dificultades económicas para los países en desarrollo y obstáculos para abordar desafíos globales como el cambio climático y la distribución equitativa de los recursos. Se necesitan reformas integrales para abordar las causas profundas de esta concentración de riqueza y crear una sociedad más justa y equitativa.