La fijación de precios del carbono: clave para combatir el cambio climático
Los expertos en economía suelen estar divididos en sus opiniones, pero coinciden en la necesidad de fijar un precio al carbono. Su apoyo está dando frutos: el principio de que quien contamina paga cobra cada vez más fuerza en todo el mundo.
La expansión de las políticas de fijación de precios del carbono es bienvenida, ya que incentiva a los contaminantes a cambiar a fuentes de energía más limpias e invertir en tecnologías ecológicas y eficiencia. Las emisiones contaminantes cubiertas por el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea han disminuido cerca del 40% desde 2005.
Tensiones comerciales y fijación de precios del carbono
A medida que más países fijan un precio a sus emisiones de carbono, ya sea mediante impuestos, sistemas comerciales o regulaciones, aumentan las tensiones comerciales globales. El Mecanismo de Ajuste Fronterizo del Carbono de la Unión Europea es un ejemplo. Exige que los exportadores al bloque, que pagan precios más bajos o ninguno en sus países, paguen un impuesto vinculado al precio del carbono de la UE.
Esta medida pretende igualar las condiciones para los fabricantes europeos que pagan el ETS, pero está provocando quejas de los socios comerciales, que afirman que carga a las naciones más pobres con costos y cargas administrativas adicionales.
Beneficios de la fijación global de precios del carbono
La solución, según Ngozi Okonjo-Iweala, directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es una fijación de precios mundial del carbono. Esto reduciría las fricciones comerciales y aliviaría las preocupaciones sobre el arbitraje, donde los grandes emisores se trasladan a zonas con precios más bajos.
Aunque llegar a un acuerdo sobre precios y equivalencia regulatoria a escala internacional no será fácil ni rápido, los precios del carbono deben aumentar rápidamente debido a las señales de que el planeta se está calentando más rápido de lo previsto.
Medidas para promover la fijación de precios del carbono
- Los gobiernos deben reconocer que la indecisión es inútil. El mundo se está alejando de los combustibles fósiles y los subsidios ecológicos son costosos. Los políticos pueden generar apoyo utilizando los ingresos de los impuestos al carbono para amortiguar su impacto, reducir la deuda o aumentar la inversión pública.
- A medida que más países adopten sus propios precios del carbono, se aliviarán las distorsiones comerciales y las amenazas a la competitividad. El potencial costo adicional del comercio con la UE ha llevado a otros a actuar. La expansión del Mecanismo de Ajuste Fronterizo del Carbono de la UE a más industrias ampliará el alcance de la fijación de precios del carbono en otras partes.
- Los esfuerzos para sincronizar el comercio global y la política climática deben continuar. Los países pueden adoptar medidas de carbono personalizadas, pero con el tiempo pueden agruparse. Las instituciones multilaterales pueden promover este proceso proporcionando experiencia y apoyo administrativo a los países en desarrollo y actuando como foro para impulsar la alineación de las economías más grandes.
La fijación de precios es solo un componente del amplio arsenal de políticas necesarias para abordar el cambio climático global. No aprovechar el impulso actual sería una oportunidad perdida.