El capitalismo de libre empresa, garante del crecimiento y el bienestar
La libertad económica y su inseparable compañera, la libertad de empresa, se erigen como los pilares fundamentales del crecimiento económico, el aumento del nivel de vida y la extensión del bienestar a todos los estratos de la sociedad. Estos dos conceptos se resumen en un principio esencial: el derecho inalienable de cada individuo a controlar su propio trabajo y propiedad, a trabajar, producir, consumir e invertir según sus deseos y aspiraciones.
Los beneficios tangibles de la libertad económica
Los países que abrazan la libertad económica experimentan un crecimiento económico notable. En promedio, disfrutan de un PIB per cápita 10 veces superior al de aquellos países donde la libertad económica es limitada. Esta abismal diferencia es un testimonio irrefutable de la superioridad del capitalismo liberal frente a cualquier alternativa.
El informe anual de la Fundación Heritage, complementado por el análisis del centro de estudios de la CEOE, ofrece una perspectiva comparativa de la libertad económica y la libertad de empresa a escala global. En este contexto, España ocupa el puesto 31 de 38 en el ranking de países de la OCDE y el cuarto lugar entre los países con menor libertad económica de la UE-27.
Los desafíos de España
Los resultados poco alentadores de España se atribuyen en gran medida a su deficiente gestión del Estado. La elevada carga impositiva, la ineficiencia del gasto público, la precaria efectividad judicial y el elevado déficit y deuda pública lastran la economía española, situándola en el puesto 34 de 38 en el índice relacionado con la dimensión del Estado.
Además, España se caracteriza por una intervención pública excesiva con el declarado propósito de redistribuir los ingresos. Paradójicamente, los programas de transferencias aplicados benefician desproporcionadamente a los tramos de ingresos más altos. El 20% de la población con mayores ingresos recibe un tercio de las ayudas monetarias destinadas a la población en edad de trabajar, un porcentaje significativamente superior a la media de la UE y la OCDE.
Esta estrategia redistributiva ha demostrado ser ineficaz, incrementando el gasto deficitario estructural sin mejorar sustancialmente las condiciones de vida de los más necesitados.
El papel fundamental de la empresa
El crecimiento económico de un país está íntimamente ligado a la facilidad para crear nuevas empresas, fomentar el desarrollo de las existentes y permitir el cierre de aquellas que no logran sobrevivir en un mercado competitivo. Esto implica establecer un marco institucional y regulatorio que incentive la iniciativa privada y promueva el aumento de la productividad.
El Índice de Libertad de Empresa elaborado por la Fundación Heritage sitúa a España en la mitad inferior del grupo de países desarrollados. Esta situación amenaza con empeorar debido a las crecientes medidas antiempresariales adoptadas por el gobierno.
El mercado como expresión de la libertad
El mercado es la verdadera encarnación de la democracia económica en su sentido más puro y pleno. Es la expresión nítida de la soberanía individual, donde los consumidores dirigen la producción al premiar o castigar a las empresas en función de su capacidad para satisfacer sus exigencias.
Conclusión
La libertad económica y la libertad de empresa son pilares esenciales para el progreso económico y el bienestar social. España debe abordar sus deficiencias en materia de gestión del Estado e intervención pública para crear un entorno más favorable al crecimiento y la prosperidad.