La inflación sube cuatro décimas en diciembre y cierra el año en el 2,8%

La subida descontrolada de los precios ha amainado, pero la tendencia sigue al alza. El índice de precios al consumo acaba el año con una variación del 2,8% en diciembre, cuatro décimas más con respecto al dato de noviembre, impulsada sobre todo por el aumento de los precios de los carburantes, según los datos provisionales publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Inflación subyacente

La inflación subyacente, aquella que no incluye los elementos más volátiles, como son la energía y los alimentos frescos, se ha situado en el 2,6%, dos décimas más con respecto al mes anterior. Este indicador mide mejor la evolución estructural de los precios a medio plazo, ya que refleja la presión que ejercen las subidas salariales o los costes de producción de las empresas una vez depurados del elemento energético.

Medidas económicas

“A lo largo del año, la inflación, tanto la general como la subyacente, ha ido reduciéndose de forma continuada”, destaca el Ministerio de Economía en una valoración remitida a los medios. “Esta reducción pone de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica puestas en marcha, que están permitiendo compatibilizar el mayor crecimiento entre las principales economías de la zona euro y una reducción continuada de la inflación”, agrega.

Efecto base de los carburantes

Con diciembre, los precios marcan tres meses consecutivos de repunte, respecto al 1,5% de septiembre, que marcó la variación interanual del IPC más baja del año. En el caso de diciembre, Economía subraya que el crecimiento de cuatro décimas respecto al mes anterior se debe “a los efectos base producidos por los precios de los carburantes”, que este año lo han acabado con un encarecimiento, mientras que el pasado seguían la dirección inversa (aunque entonces eran más caros que ahora).

Moderación en la cesta de la compra

Si se mira al índice general, tanto el suministro energético como la cesta de la compra han sido más caros este 2024, aunque la variación ha resultado más suave que los años anteriores. Los comestibles han moderado su encarecimiento con respecto a lo vivido en 2022 y 2023, cuando las alzas acumuladas fueron del 15% y del 7%, respectivamente, con artículos como el aceite de oliva protagonizando los repuntes.

Perspectivas para 2025

Los analistas vaticinan que 2025 seguirá siendo un año de moderación en el nivel de precios para la zona euro. La previsión incluye a España. El FMI espera que la inflación media del próximo año baje al 1,9%; la Comisión Europea estima un 2,2% y el Banco de España un 2,1%. Unos datos que, de producirse, confirmarán que la tempestad se ha dejado atrás.